“A través del envejecimiento se empiezan a presentar mutaciones en los linfocitos”: hematólogo oncólogo

Según la Sociedad Americana Contra el Cáncer, la leucemia linfocítica crónica representa una cuarta parte de los nuevos casos de leucemia.

Luisa María Rendón Muñoz

    “A través del envejecimiento se empiezan a presentar mutaciones en los linfocitos”: hematólogo oncólogo

    La leucemia linfocítica crónica es un tipo de cáncer que se caracteriza porque ocurre una afectación en la médula ósea, pues hay un aumento de glóbulos blancos, llamados linfocitos, y estos crecen de una manera inadecuada.

    Generalmente, se desarrolla más en adultos. A menudo, las células leucémicas se acumulan lentamente en la médula ósea, por lo que hace que las personas no sientan ningún síntoma durante varios años, pero, a medida que pasa el tiempo, las células crecen y se propagan a otras partes del cuerpo, incluyendo los ganglios linfáticos, el hígado y el bazo.

    “A través del envejecimiento, se empiezan a presentar mutaciones en los linfocitos, y estos crecen de manera descontrolada, provocando el agrandamiento de los órganos, como el bazo, el hígado, provocando así anemia y plaqueta bajitas”, agrega el doctor Christian Rodríguez, hematólogo oncólogo, subespecialista en Médula ósea y Terapia Celular. 

    Diferencia entre los tipos de leucemia linfocítica crónica (CLL)

    Su diferencia se basa en la urgencia del tratamiento. Existe una leucemia linfocítica que crece lentamente, que hace que el paciente no requiera tratamiento inmediato, y otra que crece más rápidamente, lo que hace que el paciente requiera urgencia en el tratamiento. 

    “Las células de estos dos tipos de leucemia tienen una apariencia similar, pero las pruebas de laboratorio pueden indicar la diferencia entre ellas. En estas pruebas se busca la presencia de proteínas llamadas ZAP-70 y CD38. Si las células de la CLL tienen bajas cantidades de estas proteínas, la leucemia tiende a crecer más lentamente y presenta mejores resultados a largo plazo”, afirma la Sociedad Americana Contra el Cáncer.

    Qué tan altos son los índices de mortalidad en la leucemia linfocítica crónica (CLL)

    Al ser una enfermedad crónica, los doctores buscan por medio de los tratamientos mejorar la calidad de vida del paciente.  El Dr. Christian Rodríguez, afirmó para la Revista MSP que esta enfermedad es heterogénea, lo que significa que puede presentar síntomas por otras enfermedades, como la anemia, y no propiamente por la leucemia. Por lo tanto, los índices de mortalidad no son tan altos, ya que existen múltiples tratamientos que ayudan a las personas a vivir con la enfermedad.

    “Los tratamientos que se les brindan a las personas requieren de un estudio clínico constante, mirando cómo van las mutaciones de los linfocitos. Por eso los tratamientos deben de ser individualizados, porque si el paciente padece anemia, por ejemplo, no se le pueden aplicar medicamentos que lo hagan sangrar más”.

    Por otro lado, la Sociedad Americana de Cáncer, asegura que, para el año 2022, los cálculos de padecer CLL son:20.160 nuevos casos de leucemia linfocítica crónica y alrededor de 4.410 pacientes les causa de muerte.

    ¿Cómo está Puerto Rico tratando esta enfermedad?

    Actualmente, Puerto Rico está trabajando arduamente para aumentar la calidad de vida de los pacientes oncológicos. 

    "Antes se utilizaba la quimioterapia, pero no era específica, solo restaba la división de las células para eliminar el cáncer, ahora hay terapias más dirigidas, terapias llamadas anticuerpos monoclonales, los cuales atacan proteínas directamente expresadas en la enfermedad", explicó el Dr. Rodríguez. 

    Cómo detectar si un paciente tiene CLL

    Una de las advertencias tempranas para detectar esta enfermedad es cuando la cantidad de glóbulos blancos están alterados en el cuerpo. Esto ya le da al médico un indicio para luego enviar una prueba de citometría de flujo de la sangre periférica.

    Si son pacientes que tienen anemia o las plaquetas bajas, se les examina por medio de una biopsia de la médula ósea para ver cómo se están desarrollando los linfocitos y detectar anomalías. De esta manera, este diagnóstico clínico le permitirá al doctor estratificar la enfermedad, y con base en esto, escoger un tratamiento indicado. 


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