“La miel y el azúcar granulada influyen en las calorías e hidratos de carbono”, advierte Lcda. Colón

Para la nutricionista, es indispensable optar por fuentes de azúcares de origen natural.

Luisa Ochoa

    “La miel y el azúcar granulada influyen en las calorías e hidratos de carbono”, advierte Lcda. Colón

    “¿Has pensado si necesitamos azúcar para llevar nuestra rutina del día?” pregunta la Lcda. Yanira Colón, nutricionista, dietista del Colegio de Nutricionistas y Dietistas de Puerto Rico, que a su vez afirma que el azúcar es la principal fuente de energía del organismo, aportando hidratos de carbono y permitiendo el adecuado funcionamiento del cerebro. 

    “Sí, necesitamos el azúcar al diario. Los hidratos de carbono proveen 4 kilocalorías por cada gramo y su consumo está asociado a una mayor concentración de nuestras tareas diarias, e inclusive en mejorar la tolerancia en momentos de actividad física”. Sin embargo, aclara que los pacientes deben preferir alternativas menos procesadas para evitar consecuencias nefastas en el cuerpo humano a largo plazo.

    Para ello es importante identificar los tipos de hidratos de carbono y en qué tipos de alimentos se encuentran

    En primer lugar, se encuentran los monosacáridos, en donde se incluye la glucosa, “también conocida como dextrosa”. Este es el azúcar principal en la sangre y se puede obtener en la miel, frutas, hortalizas y el jarabe de maíz.

    También está la fructosa, el azúcar más dulce de todos y se obtiene de las frutas y la miel. Siguiendo, está la galactosa, el azúcar de la lecha y es parte de la lactosa. Por otra parte, están los disacáridos, como la sacarosa, que es conocida como el azúcar de mesa, “esta se obtiene del azúcar de caña o la remolacha” explicó la nutricionista.

    La lactosa es el azúcar menos dulce de todos y se puede encontrar en la leche o sus derivados, la maltosa es conocida como el azúcar de malta, y es utilizada para la elaboración de la cerveza.

    Los últimos tipos de hidratos de carbono son los polisacáridos, tales como el almidón, el glicógeno y la celulosa, y los oligosacáridos se pueden encontrar en las legumbres”, afirmó la Lcda. Colón.

    Clasificación de los azúcares

    De acuerdo con la nutricionista, dietista, los azúcares se subdividen en cuatro tipos principales, siendo la primera clasificación de las azúcares granuladas, los que han sido sometidos a un proceso de refinación, “una vez la sacarosa es procesada se producen azúcares como: azúcar blanca, morena, turbinado, líquida, en polvo, cruda, pulverizada y azúcar mascabado”.

    En la segunda clasificación se encuentran los jarabes tales como el jarabe de maíz, jarabe de maíz alto en fructosa, miel, melaza, jarabe de arce y azúcar invertida. La tercera clasificación incluye los alcoholes de azúcar o polioles, que son hidratos de carbono que se encuentran de forma natural en determinadas frutas y hortalizas, además, también se pueden fabricar mediante la hidrogenación de algunos azúcares.

    Según la Lcda. Colón, entre algunos polioles aprobados para su ingesta se destacan el sorbitol, manitol, xilitol, maltitol, isomaltosa, lactitol, eritritol y los polialcoholes. Asimismo, advierte que hay que tener precaución sobre los alcoholes de azúcar, ya que tienen una alta cantidad de hidratos de carbono y pueden elevar los niveles de azúcar en la sangre

    “A diferencia de los alcoholes granulados y sus variantes, los alcoholes de azúcar proveen calorías, pero en menor cantidad, entre 0.2 a 3 kilocalorías por gramo. El cuerpo humano no absorbe completamente los alcoholes del azúcar porque son resistentes a las enzimas digestivas y tardan en digerir” indicó la nutricionista, quien, además, afirma que “el efecto en los niveles de glucemia es menor que otros azúcares, no producen caries y tienen menos calorías por gramo que la sacarosa”.

    Al respecto, también señala que los alcoholes de azúcar en grandes cantidades podrían tener un efecto laxante, causar distensión abdominal, gases intestinales y diarrea. 

    La última clasificación de azúcares incluyen los edulcorantes, de fuente natural como la estevia o monk fruit y los artificiales como la sacarina, acesulfamo k, aspartamo, advantame, sucralosa y neotame. 

    Por otra parte, entre las consecuencias del uso excesivo de los azúcares refinados se encuentran que:

    • Exacerba el peso provocando mayor riesgo de diabetes tipo 2;

    • síndrome metabólico;

    • presión arterial elevada;

    • enfermedad renal;

    • problemas en el control de la glucemia;

    • malnutrición;

    • caries;

    • aumento de triglicéridos;

    • cáncer.

    Finalmente, la nutricionista destaca que se debe moderar la ingesta de azúcares refinados y que la miel y el azúcar granulada siguen siendo azúcares e influyen en las calorías e hidratos de carbono que la persona ingiere a diario, por lo que es indispensable buscar fuentes naturales de azúcares, provenientes de frutas, hortalizas, granos o lácteos y consultar con un profesional en nutrición y dietética.

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