Especialista en neurología explicó sobre los avances de la esclerosis múltiple a través de la historia y esos signos prodrómicos de la Esclerosis Múltiples y Neuromielitis óptica.
Especialistas en neurología se reunieron en el Four Points by Sheraton de Caguas para abordar los desafíos clínicos que representa el manejo de la esclerosis múltiple (EM) y el trastorno de espectro neuromielitis óptica (NMOSD) en Puerto Rico, durante el seminario educativo EM/NMOSD.
El encuentro científico puso de relieve la complejidad de estas enfermedades autoinmunes que afectan el sistema nervioso central y la importancia de un enfoque multidisciplinario para su tratamiento.
Durante la conferencia, el Dr. Nicolás Pérez, neurólogo especialista en EM, explicó que la esclerosis múltiple "es una condición producida como resultado de un defecto inmunológico" donde "el sistema nervioso central es víctima de este defecto".
El especialista detalló que en esta enfermedad, "el sistema inmune pierde la capacidad regulatoria y la capacidad de identificar el tejido nervioso como parte del organismo que debe proteger", lo que desencadena un proceso destructivo en el cerebro y la médula espinal.
Los neurólogos participantes enfatizaron la necesidad de trabajo colaborativo entre diferentes especialidades médicas. Según expuso el Dr. Nicolás Pérez, el manejo de estas condiciones "requiere del apoyo de varios especialistas, manejo de dolor, inmunólogos clínicos, reumatólogos, internistas, psiquiatras, psicólogos, fisiatras, psicólogos clínicos".
"Necesitamos todos trabajar en conjunto para poder tener un mejor resultado cuando tratamos esta condición", destacó el neurólogo especialista en EM durante su presentación.
Una parte importante del seminario se dedicó a distinguir entre la neuromielitis óptica y la esclerosis múltiple, dos condiciones que pueden confundirse inicialmente pero requieren tratamientos diferentes.
El Dr. Pérez explicó que "algunos de los tratamientos que usamos para esclerosis múltiple pueden empeorar la neuromielitis óptica. Es importante hacer una diferenciación temprana para poder elegir el tratamiento adecuado".
Los especialistas explicaron que en la neuromielitis óptica, "los primeros ataques son severos y causan discapacidad", mientras que en la esclerosis múltiple, "los primeros ataques son leves y progresan hacia la discapacidad con el tiempo".
El diagnóstico diferencial también se basa en estudios específicos: en la neuromielitis óptica existe "certeza diagnóstica con el autoanticuerpo sérico anti-acuaporina 4 (AQP4)/NMO-IgG", mientras que en la esclerosis múltiple este marcador "no está presente".
El Dr. Pérez explicó que el período prodrómico "es aquel período de tiempo que puede extenderse hasta 10 años en esclerosis múltiple, en donde comienzan a aparecer síntomas que eventualmente van a terminar en el desarrollo de esclerosis múltiple clínicamente definitiva".
Para la esclerosis múltiple, este período incluye síntomas generales como fatiga, dolor, trastornos del sueño, desórdenes emocionales como ansiedad y depresión, desórdenes urinarios, trastornos intestinales, disfunción sexual y dolores de cabeza.
También se discutieron las presentaciones psiquiátricas, que aunque raras, pueden ocurrir "hasta un 2 a 3% de los pacientes" como manifestación inicial, aumentando al "50%" cuando el paciente ya tiene esclerosis múltiple establecida.
Sin embargo, en el caso de la neuromielitis óptica, el especialista destacó algo "bien peculiar": esta enfermedad "afecta particularmente una zona de lo que nosotros llamamos la médula" que "es abundante en los receptores donde el anticuerpo patológico actúa produciendo vómitos de difícil control, bien repetitivos que pueden durar hasta dos semanas".
El neurólogo enfatizó que "podemos tener un paciente teniendo vómitos intensos con hipo antes de que se desarrolle el problema de neuritis óptica en dos terceras partes de los casos". Sumado a eso, el Dr. Pérez explicó que se incluye "la ataxia, que no es otra cosa que la pérdida de la coordinación, particularmente al caminar".
El Dr. Nicolás Pérez explicó que el sistema nervioso central "está compuesto en el área del cuerpo calloso de alrededor de 300,000 a 400,000 axones por milímetro cuadrado", cifra que se extrapola a "aproximadamente 300 millones a 400 millones de axones por cada milímetro cúbico" en la materia blanca del cerebro.
Este seminario educativo representa un esfuerzo importante para mantener actualizados a los profesionales de la salud en Puerto Rico sobre estas complejas enfermedades neurológicas, promoviendo mejores diagnósticos y tratamientos para los pacientes que las padecen.