Actualmente, una amplia gama de herramientas, como rastreadores de actividad, guantes antitemblores y bastones con guía láser, favorecen el manejo de los síntomas variables de la enfermedad de Parkinson.
En los últimos cinco años, los dispositivos portátiles han transformado el abordaje clínico de la enfermedad de Parkinson (EP).
Según el Dr. Roongroj Bhidayasiri, copresidente del Grupo de Estudio de Tecnología de la Sociedad Internacional de Parkinson y Trastornos del Movimiento (MDS), los avances en sensores, análisis de datos e inteligencia artificial han permitido un monitoreo más preciso y constante de los síntomas tanto motores como no motores.
Estas innovaciones, están facilitando tratamientos personalizados y mejoran el seguimiento de la progresión de la enfermedad, integrando datos de forma efectiva entre pacientes y médicos.
Uno de los logros, ha sido el desarrollo de sistemas como StrivePD, una aplicación para el Apple Watch que permite registrar y analizar temblores, discinesias y otros síntomas relacionados con la EP.
Según la Dra. Joohi Jiménez-Shahed, especialista en neuromodulación de la Escuela de Medicina Icahn en Mount Sinai, esta herramienta es ampliamente utilizada por sus pacientes debido a su accesibilidad y facilidad de uso.
De manera similar, la Asociación Estadounidense de la Enfermedad de Parkinson ofrece un rastreador gratuito que monitorea aspectos motores y no motores, promoviendo un enfoque integral de la atención.
El foco de la investigación también ha comenzado a trasladarse de los síntomas motores a los no motores, como la ansiedad, el sueño y la depresión, elementos que influyen de manera decisiva en la calidad de vida.
El Dr. Michael S. Okun, de la Fundación Parkinson, considera que esta evolución en el enfoque podría "cambiar las reglas del juego", ya que los síntomas no motores suelen tener un impacto mayor en la vida cotidiana de los pacientes que los problemas de movilidad.
En cuanto a la supresión de temblores, el sistema Cala kIQ, aprobado por la FDA en 2023, plantea una solución novedosa.
Este dispositivo de muñeca utiliza estimulación aferente transcutánea y ha mostrado mejoras en el 92 % de los pacientes con temblores esenciales tras tres meses de uso. Sin embargo, su elevado costo inicial ($7,150) plantea barreras significativas para muchos usuarios. Además, tecnologías como los guantes antitemblores y dispositivos en etapa experimental, como el Emma Watch de Microsoft, también exploran formas de estabilizar los movimientos.
La mejora de la marcha es otro ámbito donde los dispositivos portátiles están haciendo una diferencia. Equipos como las plantillas FeetMe Monitor, que recopilan datos espaciales y temporales de la marcha, y sistemas como Mobility Lab, que utilizan sensores inalámbricos para evaluar el equilibrio postural y la movilidad, ofrecen alternativas prometedoras.
Sin embargo, como señala Bhidayasiri, aún hay dispositivos que no están ampliamente disponibles, limitando su implementación clínica.
A pesar de los avances, los expertos dicen que los dispositivos portátiles enfrentan varios desafíos. La adherencia al uso de estas tecnologías, las preocupaciones sobre la privacidad de los datos, los costos y la falta de guías clínicas estandarizadas son barreras significativas.
Para abordar estos desafíos, el Grupo de Estudio de Tecnología MDS está trabajando en proyectos que incluyen encuestas para entender cómo se están utilizando estas herramientas y un consenso sobre su aplicación en ensayos clínicos.
El objetivo es garantizar que estas tecnologías no solo recopilen información, sino que también generen impacto tangible en el tratamiento y manejo de la enfermedad.
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