Consumo excesivo de té de manzanilla podría causar náuseas, somnolencia e interferir con medicamentos

Aunque la manzanilla es reconocida por sus propiedades calmantes y digestivas, su consumo excesivo puede afectar al organismo y provocar efectos adversos poco conocidos.

Laura Guio

    Consumo excesivo de té de manzanilla podría causar náuseas, somnolencia e interferir con medicamentos

    El té de manzanilla, una de las bebidas herbales más consumidas en el mundo, es tradicionalmente valorado por aliviar el estrés, favorecer la digestión y mejorar el sueño. Su reputación como remedio natural seguro ha llevado a millones de personas a incorporarlo en su rutina diaria.

    Sin embargo, informes recientes de Verywell Health y estudios académicos europeos advierten que un consumo excesivo puede ocasionar efectos secundarios que muchas veces pasan desapercibidos.

    La mayoría de los expertos coincide en que entre una y tres tazas diarias son seguras para adultos sanos. Más allá de esa cantidad, el organismo puede experimentar reacciones no deseadas, sobre todo en personas con condiciones médicas específicas o bajo tratamiento farmacológico.

    Efectos secundarios más comunes

    Los efectos adversos del consumo excesivo de té de manzanilla incluyen náuseas, vómitos y somnolencia.

    La nutricionista Keri Gans explicó que, si bien el té suele ser bien tolerado, "el exceso puede causar malestar gastrointestinal e incluso reacciones alérgicas".

    Por otro lado, la somnolencia puede intensificarse en quienes combinan esta bebida con medicamentos sedantes, aumentando el riesgo de accidentes o caídas.

    En personas alérgicas a plantas como la ambrosía, los crisantemos, las caléndulas o las margaritas, el consumo puede generar irritación, hinchazón de la piel o, en casos graves, anafilaxia, una reacción potencialmente peligrosa que requiere atención médica inmediata.

    Interacciones farmacológicas y riesgos específicos

    Uno de los principales peligros del exceso de manzanilla radica en sus posibles interacciones con medicamentos.

    Según Gans, la planta contiene compuestos cumarínicos que pueden potenciar los efectos de los anticoagulantes como la warfarina, aumentando el riesgo de sangrado.

    De igual manera, se ha observado que puede disminuir la eficacia de los anticonceptivos orales y afectar condiciones sensibles a las hormonas, como algunos tipos de cáncer de seno o de útero.

    Dieras subraya que "aunque la mayoría de las personas no enfrenta estos riesgos con un consumo moderado, quienes usan medicamentos de forma crónica deben consultar a su médico antes de ingerirla regularmente".

    Embarazo, lactancia y grupos de riesgo

    La seguridad del consumo de té de manzanilla durante el embarazo o la lactancia no está completamente establecida. Verywell Health recomienda evitarlo o limitarlo estrictamente bajo supervisión médica, ya que algunas investigaciones sugieren un posible efecto sobre las contracciones uterinas o la composición de la leche materna.

    Adicionalmente, las personas con enfermedades hepáticas, renales o trastornos hemorrágicos deberían consultar con un profesional antes de incorporarlo de forma habitual, ya que su metabolismo puede verse afectado incluso con dosis moderadas.

    Moderación, la clave del beneficio

    Aunque el té de manzanilla sigue siendo una de las infusiones naturales más seguras, su consumo debe realizarse con equilibrio y conciencia.

    La recomendación general es no superar tres tazas al día, optar por preparaciones suaves y estar atentos a cualquier síntoma inusual, como somnolencia, náuseas o alteraciones digestivas.

    En definitiva, la manzanilla continúa siendo una aliada para el bienestar, pero como recuerdan los expertos, "natural no siempre significa inocuo", y su seguridad depende del uso responsable y personalizado.


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