Estudio revela que el medicamento Rhosin mejora la capacidad regenerativa del sistema inmunitario al revertir el envejecimiento celular en la médula ósea.

El envejecimiento del sistema hematopoyético, responsable de producir todas las células sanguíneas, tiene consecuencias en todo el organismo.
Ahora, una investigación española publicada en la revista Nature Aging ha identificado un fármaco con capacidad para rejuvenecer las células madre sanguíneas, lo que abre una nueva vía para combatir las enfermedades asociadas al envejecimiento desde su origen celular.
El estudio, liderado por Carolina Florian, investigadora del Instituto de Investigación Biomédica de Bellvitge (IDIBELL) y del ICREA, se centra en el potencial del fármaco Rhosin. Esta pequeña molécula inhibe la proteína RhoA, que se encuentra altamente activada en las células madre sanguíneas envejecidas.
La investigación combina ensayos in vivo e in vitro con técnicas innovadoras de aprendizaje automático, dirigidas por Paula Petrone del Instituto de Salud Global de Barcelona (ISGlobal) y el Barcelona Supercomputing Center.
Las células madre hematopoyéticas residen en la médula ósea y tienen la función vital de producir continuamente glóbulos rojos, plaquetas y glóbulos blancos. Sin embargo, con el paso del tiempo, estas células envejecen, pierden su capacidad regenerativa y generan menos células inmunitarias de menor calidad.
Este deterioro se ha relacionado con la inmunosenescencia, la inflamación crónica de bajo grado y diversas enfermedades crónicas asociadas al envejecimiento, incluido el cáncer.
Los investigadores descubrieron que la proteína RhoA desempeña un papel clave en el proceso de envejecimiento de las células madre. Tras tratar células madre sanguíneas con Rhosin, observaron una mejora significativa en los marcadores relacionados con la edad celular.
"Nuestros experimentos muestran que la Rhosina rejuvenece las células madre sanguíneas, aumenta la capacidad regenerativa del sistema inmunitario y mejora la producción de células sanguíneas una vez trasplantadas en la médula ósea", explica Eva Mejía-Ramírez, coautora del estudio.
Lo que diferencia este enfoque de otras intervenciones antienvejecimiento es que actúa sobre el proceso mismo del envejecimiento, no solo sobre sus efectos. "Al revertir las células madre sanguíneas a un estado más joven, las hacemos más capaces de regenerarse y producir nuevas células sanguíneas sanas, lo que mejora la salud de todo el organismo", señala Florian.
La relevancia de esta investigación se enmarca en un contexto demográfico crítico: para 2050, la población mayor de 60 años en los países occidentales se habrá duplicado en comparación con 2015. Se espera que esto resulte en un aumento significativo de enfermedades crónicas como el cáncer, la demencia y las afecciones cardiovasculares.
El siguiente paso será verificar mediante estudios clínicos si estos resultados en modelos animales pueden traducirse de manera segura y efectiva a los seres humanos, lo que podría representar un avance significativo en la medicina regenerativa y el tratamiento del envejecimiento.