Este es el químico presente en perfumes que podría aumentar el riesgo de enfermedades hormonales

Un estudio reciente mostró que actúan como disruptores endocrinos y eliminarlos durante un mes reduce marcadores de riesgo de cáncer.

Laura Guio

    Este es el químico presente en perfumes que podría aumentar el riesgo de enfermedades hormonales

    Los ftalatos, sustancias químicas utilizadas para prolongar la fragancia y durabilidad de productos cotidianos, han encendido las alarmas en la comunidad científica.

     Tricia Pastrica, instructora de medicina en la Escuela de Medicina de Harvard, señaló que estos compuestos funcionan como disruptores endocrinos capaces de interferir con el sistema hormonal del organismo, lo que se ha vinculado a resistencia a la insulina, enfermedades cardiovasculares y otros problemas de salud.

    La especialista explicó que los ftalatos están presentes en artículos de uso diario como perfumes, esmaltes de uñas, champús, lociones y velas aromáticas. "El compuesto químico es un ftalato, y ese es uno de los compuestos químicos que forman parte de un grupo llamado disruptores endocrinos", afirmó Pastrica, quien también destacó que estas sustancias son conocidas como "químicos eternos" por su persistencia en el organismo.

    La palabra "fragancia" oculta su presencia

    Uno de los principales desafíos para los consumidores es identificar estos compuestos en las etiquetas. Pastrica advirtió que cuando aparece el término "fragancia" en la lista de ingredientes, probablemente el producto contiene ftalatos sin que estos se declaren específicamente. 

    "Si ves la palabra 'fragancia' escondida en algún lugar de ese párrafo, eso te indica que probablemente contiene ftalato, algo que probablemente no se está declarando", explicó la experta.

    Por esta razón, la recomendación más segura es optar por productos sin fragancia o con menos químicos, una medida que puede resultar más efectiva que intentar descifrar etiquetas poco claras.

    Estudio demuestra beneficios de reducir la exposición

    Una investigación publicada el año pasado ofreció evidencia contundente sobre los efectos de eliminar estos compuestos de la rutina diaria.

     El estudio reveló que participantes que utilizaron productos libres de ftalatos durante un mes registraron niveles significativamente menores de estas sustancias en la orina, además de una disminución en la expresión genética asociada al desarrollo de cáncer.

    Pastrica enfatizó que el verdadero riesgo no proviene de una única aplicación, sino de la acumulación a lo largo del tiempo. "El uso diario de varios artículos de cuidado personal, repetido durante 40 o 50 años" representa la amenaza real para la salud, señaló la instructora de Harvard.

    Prohibiciones parciales y vacío regulatorio

    Algunos tipos de ftalatos ya están prohibidos en Estados Unidos para productos destinados a bebés, como chupetes, debido a la solidez de los datos científicos disponibles. Sin embargo, su uso en cosméticos y artículos de cuidado personal para adultos permanece legal y extendido.

    La exposición prolongada podría relacionarse con trastorno por déficit de atención e hiperactividad (TDAH), enfermedades cardiovasculares e incluso cáncer, según advirtió Pastrica. "Por eso, los científicos están dando la voz de alarma", subrayó.

    A pesar de las crecientes preocupaciones, la Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos (FDA) mantiene que aún no existen pruebas suficientes para determinar que los ftalatos utilizados en cosméticos sean dañinos para la salud humana. Esta postura oficial explica por qué una parte significativa de los consumidores continúa empleando estos productos con normalidad.

    Consumidores entre la ignorancia y la preocupación

    Las reacciones del público reflejan diversos grados de conciencia sobre el tema. Una compradora consultada por medios locales admitió: "Sinceramente, no lo he hecho, pero creo que probablemente debería", refiriéndose a la práctica de revisar las etiquetas de los productos.

    Otra consumidora expresó la sensación de impotencia que muchos experimentan: "Es abrumador, creo. Es como si hubiera productos químicos en todo y es una idea aterradora".

    Mientras las agencias reguladoras continúan investigando estas sustancias, Tricia Pastrica sugiere que los consumidores pueden tomar medidas inmediatas. "Usar productos con menos químicos y sin fragancia" representa un pequeño ajuste en la rutina diaria que podría reducir significativamente la exposición acumulativa a estos disruptores endocrinos, concluyó la experta de Harvard


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