El 43 % de fumadores con depresión en Puerto Rico padecen al menos una enfermedad crónica, según estudio

Cuando se compara a los hombres fumadores con depresión con los fumadores sin depresión, se confirman diferencias estadísticamente significativas.

Mariana Mestizo Hernández

    El 43 % de fumadores con depresión en Puerto Rico padecen al menos una enfermedad crónica, según estudio

    La convergencia de la depresión y el consumo de tabaco constituye una dualidad compleja y significativa en el panorama de la salud mental y pública. En este estudio exhaustivo, llevado a cabo en Puerto Rico durante el periodo 2018-2020, se ha abordado con profundidad la interrelación entre estas dos problemáticas, proporcionando un análisis detallado de sus dimensiones y consecuencias.

    Los resultados de la investigación destacan una prevalencia notable de depresión entre la población fumadora de 18 años o más, alcanzando un significativo 23,7%. Este hallazgo pone de manifiesto la urgencia de entender las conexiones entre la salud mental y los comportamientos tabáquicos.

    Desglose por género y grupos de edad

    Al profundizar en los datos, se observa que los hombres fumadores con depresión lideran las cifras, con una prevalencia del 53,7%, superando a las mujeres fumadoras con depresión. Además, el análisis por grupos de edad revela que aquellos de 55 a 64 años constituyen la cohorte con mayor proporción de estos individuos, representando un 23,8% de este grupo particular.

    Los factores sociodemográficos emergen como elementos influyentes. Las personas con un nivel educativo de bachillerato o inferior, ingresos anuales inferiores a $15,000, jubilados/discapacitados y aquellos que se encuentran en la categoría de divorciados/separados exhiben las prevalencias más elevadas de depresión entre los fumadores.

    Factores de riesgo y comportamientos relacionados con la salud

    Los datos revelan que más del 50% de los hombres fumadores con depresión declaran no realizar ninguna actividad física, señalando un patrón de inactividad física preocupante. Además, el 68,7% presenta sobrepeso u obesidad, mientras que el consumo excesivo de alcohol afecta al 23,6% de este grupo. Intrigantemente, el 63% de los participantes ha intentado dejar de fumar en el último año, indicando una motivación significativa para el abandono del tabaco.

    La carga de enfermedades crónicas en los hombres fumadores con depresión es una faceta crítica. Con una media de 2 enfermedades crónicas por individuo y un 43% afectado por al menos una, se destaca la complejidad de la salud de esta población. La hipertensión lidera las enfermedades crónicas prevalentes entre estas personas, seguida de cerca por el colesterol alto, artritis, asma actual, diabetes, enfermedad obstructiva crónica (EPOC) y enfermedad coronaria.

    Comparación con fumadores sin depresión

    Cuando se compara a los hombres fumadores con depresión con los fumadores sin depresión, se confirman diferencias estadísticamente significativas. Los hombres fumadores con depresión muestran una mayor probabilidad de inactividad física y sobrepeso u obesidad. 

    Además, exhiben una propensión más marcada a haber intentado dejar de fumar en el último año. La regresión logística ajustada por edad y sexo revela que los hombres fumadores con depresión tienen 3,54 veces más probabilidades de padecer al menos una enfermedad crónica en comparación con los  fumadores sin depresión.

    Estos resultados subrayan la necesidad de abordar de manera integral la relación entre la depresión y el consumo de tabaco. Se insta a implementar estrategias basadas en la evidencia para reducir el consumo de tabaco en personas con depresión, incluyendo la capacitación de profesionales de la salud mental, el fortalecimiento de políticas antitabaco en entornos clínicos y la investigación continua.

    Conclusiones y perspectivas futuras

    A pesar de las limitaciones inherentes al diseño transversal y la naturaleza autoinformada de la encuesta, los resultados ofrecen una visión epidemiológica valiosa que contribuye al entendimiento de la interconexión entre la salud mental y el consumo de tabaco en Puerto Rico. La llamada a una investigación continua para profundizar en estas complejas interacciones resuena, con la esperanza de desarrollar intervenciones más efectivas y mejorar la salud de esta población vulnerable.


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