Un nuevo estudio revela que el tetracloroetileno (PCE), utilizado en limpieza en seco y productos de consumo, está vinculado a un aumento dramático en el riesgo de desarrollar cicatrización del hígado.

El tetracloroetileno (PCE) es un químico utilizado ampliamente en diversas industrias y productos de consumo cotidianos.
Se encuentra en adhesivos y pegamentos, limpiadores de frenos, servicios de limpieza en seco, desengrasantes de metales, removedores de pintura, lubricantes de silicona, quitamanchas y repelentes de agua.
Aunque su uso está extendido, pocos conocen los peligros potenciales que representa para la salud hepática.
La enfermedad hepática es un término para cualquier condición que impide que el hígado funcione correctamente, causada por virus, abuso de alcohol, obesidad, trastornos genéticos o autoinmunes
Los investigadores estiman que aproximadamente el 4% de todas las muertes a nivel mundial son causadas por enfermedades hepáticas. La forma más común es la enfermedad hepática esteatósica asociada a disfunción metabólica (MASLD, por sus siglas en inglés), anteriormente conocida como enfermedad del hígado graso no alcohólico.
Esta condición puede provocar inflamación y cicatrización del tejido hepático, conocida como fibrosis hepática, que puede derivar en cirrosis, cáncer de hígado e insuficiencia hepática.
Una investigación recientemente publicada en la revista Liver International analizó datos de salud de aproximadamente 1,600 adultos entre 2017 y 2020. Los científicos monitorearon los niveles de PCE en la sangre de los participantes y el porcentaje que desarrolló fibrosis hepática.
Los resultados fueron contundentes: el 7% de los participantes tenía cantidades detectables de PCE en su sangre, y las personas expuestas al químico tenían tres veces más probabilidades de desarrollar fibrosis hepática significativa en comparación con aquellas no expuestas.
Un hallazgo particularmente preocupante del estudio fue que por cada aumento de un nanogramo por mililitro en la concentración de PCE en la sangre, las probabilidades de un participante de tener fibrosis hepática significativa aumentaban cinco veces.
"Este hallazgo muestra un efecto dosis del PCE y la fibrosis hepática, lo que fortalece el vínculo potencial de que el PCE causa fibrosis hepática, en lugar de ser solo una correlación", explicó el Dr. Brian P. Lee, hepatólogo y especialista en trasplante hepático de la Universidad del Sur de California y autor principal del estudio.
Cuando el PCE se metaboliza en el hígado, sus metabolitos reaccionan con las células hepáticas para degradar la grasa en la membrana celular. Esto inicia una reacción en cadena que causa inflamación y cicatrización, o fibrosis.
"La fibrosis hepática es el principal predictor de morbilidad y mortalidad relacionadas con el hígado, lo que significa que cuanta más fibrosis hepática tenga, mayor será la probabilidad de morir por enfermedad hepática", advirtió Lee.
El Dr. Lee F. Peng, jefe de gastroenterología y hepatología del Centro Médico Universitario Jersey Shore de Hackensack Meridian, señaló que los hidrocarburos halogenados como el PCE son "notorios por causar lesión hepática".
"El agente prototípico es el tetracloruro de carbono, una de las hepatotoxinas más potentes conocidas", explicó Peng. "Los factores ambientales que causan lesión hepática pueden llevar a inflamación del hígado (hepatitis), que a su vez puede conducir a cicatrización del hígado (fibrosis hepática)".
Estudios previos ya habían vinculado la exposición al PCE con problemas renales, neurotoxicidad y ciertos cánceres, incluidos el cáncer de vejiga y el linfoma no Hodgkin.
Los expertos coinciden en que se necesitan políticas más estrictas para proteger al público. "Las toxinas ambientales, como el PCE, pueden ser contribuyentes importantes a la enfermedad hepática", afirmó Lee.
Los investigadores señalan que el siguiente paso es traducir estos hallazgos en acciones concretas, informando estrategias de detección para identificar la enfermedad hepática de manera más temprana y desarrollando políticas ambientales que protejan al público de toxinas como el PCE.
"Es importante continuar identificando químicos comerciales en uso que son hepatotóxicos para prevenir exposiciones en el hogar y el lugar de trabajo que pueden conducir a lesión hepática", concluyó el Dr. Peng.