¿Cómo reducir la progresión de la enfermedad renal crónica y la enfermedad cardiovascular?

Los resultados del estudio sugieren que incorporar frutas y verduras en la dieta de personas con hipertensión y ERC puede ser una estrategia eficaz para ralentizar la progresión de la enfermedad renal y reducir el riesgo de enfermedades cardiovasculares.

Katherine Ardila

    ¿Cómo reducir la progresión de la enfermedad renal crónica y la enfermedad cardiovascular?

    Un reciente estudio publicado en The American Journal of Medicine, ha revelado hallazgos significativos sobre la influencia de las frutas y verduras en la progresión de la enfermedad renal crónica (ERC) y el riesgo de enfermedades cardiovasculares en adultos con hipertensión. 

    La investigación, liderada por el Dr. Nimrit Goraya de la Facultad de Medicina del Centro de Ciencias de la Salud de Texas A&M en Temple, y su equipo, ofrece una perspectiva renovada sobre el manejo dietético de estas condiciones de salud crónicas.

    Pacientes de hipertensión y enfermedad renal crónica: Se estudiaron diferentes enfoques para su condición 

    El estudio incluyó a 153 adultos con edades comprendidas entre los 18 y los 70 años, todos diagnosticados con hipertensión y ERC. Estos participantes fueron asignados al azar a uno de tres grupos distintos: el grupo de frutas y verduras, el grupo de bicarbonato de sodio oral (NaHCO3) y el grupo de atención habitual. Cada grupo recibió un enfoque diferente para la gestión de su condición.

    El grupo de frutas y verduras fue instruido para consumir entre 2 y 4 tazas diarias de alimentos ricos en base, como manzanas, albaricoques, naranjas, melocotones, peras, fresas, zanahorias, coliflor, berenjena, lechuga, patatas, espinacas, tomates y calabacín.  Aunque los participantes no recibieron directrices específicas sobre cómo integrar estos alimentos en sus dietas, se centraron en aumentar el consumo de estos alimentos saludables. 

    Por otro lado, el grupo de bicarbonato de sodio recibió cuatro a cinco tabletas diarias de NaHCO3, con un total de 650 mg divididos en dos dosis. El grupo de atención habitual continuó con su régimen estándar de tratamiento sin cambios significativos en su dieta.

    Resultados del estudio: El consumo de frutas y vegetales y el bicarbonato de sodio, desaceleraron la progresión de la ERC

    Después de un seguimiento de cinco años, el estudio demostró que tanto el grupo de frutas y verduras como el de bicarbonato de sodio experimentaron una desaceleración notable en la progresión de la ERC en comparación con el grupo de atención habitual. 

    La tasa de filtración glomerular estimada, que mide la función renal, disminuyó de manera significativa menos en los grupos que recibieron frutas y verduras y bicarbonato de sodio, con disminuciones medias de 1.08 y 1.17, respectivamente, frente a una disminución media de 19.4 en el grupo de atención habitual (P < 0,001 para ambos).

    Otros beneficios del consumo de frutas y vegetales

    El impacto más destacado se observará en el grupo que consumió frutas y verduras. Este grupo mostró una reducción significativa en la presión arterial sistólica, el colesterol LDL y Lp(a) plasmático, y el índice de masa corporal. 

    Estos resultados sugieren que una dieta rica en frutas y verduras no solo ralentiza la progresión de la ERC, sino que también ofrece una protección adicional contra las enfermedades cardiovasculares. Los beneficios cardiovasculares observados en el grupo de frutas y verduras también se lograron con dosis más bajas de medicamentos antihipertensivos y estatinas, lo que indica una posible mejora en el manejo de la hipertensión con cambios dietéticos.

    Consideraciones y limitaciones del estudio

    A pesar de los prometedores hallazgos, los autores del estudio señalan algunas limitaciones importantes. Una de las principales limitaciones fue la falta de datos sobre la adherencia al tratamiento con bicarbonato de sodio, aunque la excreción neta de ácido en la orina en este grupo sugirió una ingesta adecuada de álcali similar al de las frutas y verduras.

    Además, el estudio se centra únicamente en individuos con niveles elevados de albuminuria, lo que podría limitar la aplicabilidad de los resultados a pacientes con niveles más bajos de albuminuria.

    Los investigadores también enfatizaron la necesidad de realizar estudios adicionales para explorar cómo la reducción de la acidez dietética afecta a los pacientes con niveles menos severos de albuminuria. Además, se requiere una investigación más profunda para entender mejor el impacto de la lesión vascular sugerida por la albuminuria en la progresión de la ERC y el riesgo cardiovascular asociado.

    Recomendaciones

    Los resultados del estudio sugieren que incorporar frutas y verduras en la dieta de personas con hipertensión y ERC puede ser una estrategia eficaz para ralentizar la progresión de la enfermedad renal y reducir el riesgo de enfermedades cardiovasculares. La reducción de la acidez dietética a través de estos alimentos parece ofrecer beneficios significativos en comparación con el bicarbonato de sodio y los enfoques tradicionales de tratamiento.

    Los investigadores concluyeron que el consumo de frutas y verduras debería considerarse una parte integral del tratamiento para la hipertensión y la ERC. Además, recomendaron la medición rutinaria de las proporciones de albúmina y creatinina en orina como una herramienta esencial para identificar la enfermedad renal crónica y evaluar el riesgo de progresión y enfermedad cardiovascular posterior. Estas recomendaciones subrayan la importancia de los enfoques dietéticos en el manejo de condiciones crónicas y promueven una estrategia más holística y preventiva para la salud renal y cardiovascular.

    Fuente consultada aquí .

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