Esta cápsula podría ofrecer una forma alternativa de administrar medicamentos que normalmente deben inyectarse, como la insulina y otras proteínas grandes, incluidos los anticuerpos.
Un equipo de investigadores del MIT, Brigham and Women's Hospital y Novo Nordisk ha desarrollado una cápsula que puede liberar medicamentos directamente en el tracto digestivo.
Esta tecnología tiene el potencial de reemplazar inyecciones tradicionales, como la insulina, y podría ser útil para administrar proteínas grandes o ARN terapéutico.
La cápsula utiliza un mecanismo inspirado en el sistema de expulsión de agua de los calamares, que les permite moverse rápidamente por el agua.
Al igual que los calamares expulsan agua para impulsarse, la cápsula expulsa medicamentos a través de un chorro a alta presión. Este proceso se activa mediante dióxido de carbono comprimido o resortes enrollados que se expanden al disolverse un gatillo de carbohidratos, liberando el medicamento dentro del tracto digestivo.
El equipo desarrolló dos tipos de cápsulas para dirigir el medicamento a diferentes partes del tracto digestivo. Una versión, con fondo plano y cúpula alta, se coloca sobre el revestimiento del estómago y libera el medicamento hacia el tejido.
Esta cápsula tiene el tamaño de un arándano y puede contener 80 microlitros de medicamento. La segunda versión, en forma tubular, está diseñada para órganos más largos como el esófago o el intestino y administra el medicamento hacia las paredes laterales, con una capacidad de 200 microlitros.
Durante las pruebas en animales, los investigadores lograron administrar medicamentos como insulina, un agonista del GLP-1 similar a Ozempic y ARN interferente corto (siRNA).
Los resultados mostraron que los niveles de los medicamentos en la sangre fueron equivalentes a los que se obtienen con inyecciones tradicionales, lo que demuestra la efectividad de la cápsula.
Uno de los principales avances de esta cápsula es la eliminación de agujas y otros dispositivos punzantes, lo que reduce el riesgo de daño en los tejidos. Además, los chorros de medicamento se administran con precisión sin necesidad de contacto directo con el tejido, lo que hace el sistema más seguro y menos invasivo.
Además de la versión doméstica, los investigadores también han creado una versión conectable a un endoscopio. Esto permitirá a los médicos administrar medicamentos durante procedimientos quirúrgicos o endoscópicos sin necesidad de inyecciones.
A pesar de que no se han detectado daños tisulares en las pruebas, los investigadores planean continuar desarrollando la tecnología y llevarla a ensayos clínicos en humanos.
Esta cápsula tiene el potencial de mejorar la vida de los pacientes que necesitan tomar medicamentos inyectables con frecuencia, ofreciendo una alternativa cómoda y libre de dolor.
Podría ser especialmente útil en el tratamiento de enfermedades como la diabetes, la obesidad y trastornos genéticos.
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