Malaria en América y el Caribe: ¿Está el cambio climático intensificando la amenaza?

Algunas variantes del parásito de la malaria pueden persistir en el cuerpo durante años y dar lugar a recaídas recurrentes.

Mariana Mestizo Hernández

    Malaria en América y el Caribe: ¿Está el cambio climático intensificando la amenaza?

    En todo América y el Caribe 138 millones de personas viven en zonas con riesgo de transmisión de la malaria, de acuerdo con la Organización Panamericana de la Salud. Asimismo, se ha asociado el cambio climático como el factor que provoca que los mosquitos del género anopheles se expandan a una velocidad nunca antes vista.

    Ahora bien, en una conversación exclusiva que sostuvo la Revista Medicina y Salud Pública con Adelfa E. Serrano, PhD, catedrática de microbiología y directora del RCMI-Tropical and Emerging Infectious Diseases Research & Services de la Universidad de Puerto Rico, la especialista reconoció que el cambio climático puede favorecer la propagación de esta condición.

    ¿Qué es la malaria?

    "La malaria es una enfermedad complicada. La transmite un mosquito, infectando al humano, por lo tanto, el cambio climático favorece la expansión de estos insectos y también agranda el espacio de los trópicos, que es donde el mosquito vive y se encuentra la enfermedad", manifestó la especialista al respecto.

    La malaria suele manifestarse con síntomas graves que incluyen fiebre alta, escalofríos y temblores, lo cual puede hacer que las personas afectadas se sientan muy enfermas. 

    Estos signos suelen manifestarse aproximadamente unas semanas después de haber sido picado por un mosquito infectado. No obstante, es importante tener en cuenta que ciertas cepas de parásitos de la malaria pueden permanecer en estado latente en el cuerpo durante períodos de hasta un año.

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    Aunque la malaria es poco frecuente en climas templados, sigue siendo una enfermedad común en países tropicales y subtropicales. De hecho, cada año se registran aproximadamente 290 millones de casos de malaria y más de 400,000 muertes a causa de esta enfermedad.

    Además, según la experta, se ha observado el surgimiento de una especie de mosquito en África conocida como Anopheles Stephensi, que está expandiéndose en áreas urbanas. Normalmente, este tipo de insectos que transmiten la malaria se encuentran en entornos rurales, por lo que esta variante en particular está generando preocupación en términos de salud pública.

    "El parásito es resistente a prácticamente todos los medicamentos en el mercado y el mosquito es resistente a casi todos los insecticidas", advirtió.

    (Vea también: Estados Unidos: Alerta por detección de nuevos casos de malaria después de 20 años)

    Las barreras preventivas actuales no funcionan

    La Organización Mundial de la Salud ha resaltado el uso de mosquiteros impregnados con insecticidas como un método preventivo eficaz contra las enfermedades transmitidas por mosquitos. No obstante, esta medida no garantiza una protección absoluta debido a la resistencia que algunas variantes de insectos han desarrollado como el  Anopheles Stephensi.

    "La malaria se erradicó en Puerto Rico, fue el primer país de las Américas que se declaró libre de malaria, es un evento importante del cual debemos sentirnos orgullosos", agregó.

    (Le interesa: Riesgos asociados a garrapatas y mosquitos en pacientes bajo inmunoterapia de rituximab)

    ¿Qué tan peligrosa puede ser la malaria?

    La malaria puede tener consecuencias mortales, y de acuerdo con la Organización Mundial de la Salud, aproximadamente el 94% de las muertes atribuidas a esta enfermedad ocurren en África, afectando principalmente a niños menores de cinco años.

    Dentro de los riesgos asociados a la enfermedad si no es tratada adecuadamente se destacan: 

    Malaria cerebral: Cuando los parásitos infectados bloquean los pequeños vasos sanguíneos del cerebro, se puede producir inflamación o daño cerebral. Esto puede llevar a convulsiones y coma.

    Problemas respiratorios: El acumulamiento de líquido en los pulmones (edema pulmonar) puede dificultar la respiración y afectar la función de los mismos.

    Insuficiencia orgánica: La malaria puede causar daño en los riñones, el hígado o incluso provocar la ruptura del bazo. Estas condiciones pueden tener consecuencias mortales.

    Anemia: La malaria puede reducir la cantidad de glóbulos rojos en la sangre, lo cual disminuye la capacidad de transportar oxígeno a los tejidos del cuerpo, provocando anemia.

    Nivel bajo de glucosa sanguínea: En casos graves, la malaria puede ocasionar una disminución significativa de los niveles de glucosa en la sangre (hipoglucemia), similar al efecto de la quinina, un medicamento comúnmente utilizado en el tratamiento de la malaria. Niveles muy bajos de glucosa en la sangre pueden dar lugar a coma o incluso la muerte.

    La malaria puede reaparecer

    Existen algunas variantes del parásito de la malaria que, normalmente, son responsables de formas más leves de la enfermedad. Sin embargo, estas variantes pueden persistir en el organismo durante años y dar lugar a recaídas recurrentes.

     

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