Robert F. Kennedy Jr. argumenta que las vacunas ARNm no protegen eficazmente y podrían fomentar mutaciones, afirmaciones que expertos califican de erróneas y contrarias a la evidencia científica.
El gobierno estadounidense ha cancelado abruptamente 22 contratos de investigación y retirado 500 millones de dólares en fondos para el desarrollo de vacunas de ARN mensajero, una decisión que ha desatado críticas en la comunidad científica internacional.
La medida, impulsada por el secretario de Salud Robert F. Kennedy Jr., se basa en argumentos que los expertos califican de "disparatados" y potencialmente peligrosos para la salud pública global.
Kennedy defendió la decisión afirmando que "los datos muestran que estas vacunas no protegen eficazmente contra infecciones respiratorias como la COVID-19 y la gripe".
Esta declaración resulta controversial ya que, precisamente, la tecnología ARNm permitió desarrollar vacunas contra el coronavirus en tiempo récord durante la pandemia.
"Estas vacunas han salvado millones de vidas", replica Jaime Pérez, presidente de la Asociación Española de Vacunología, quien señala que la eficacia del ARNm está respaldada por "cientos, incluso miles de estudios científicos".
El político estadounidense fue más allá al sugerir que las vacunas ARNm podrían "fomentar mutaciones virales y prolongar pandemias", argumento que los virólogos desmontaron.
"Es un disparate". Si fuera así, no se podría haber controlado la pandemia de Covid-19 cuando se empezó a vacunar a la población.
“Una sola mutación puede hacer que las vacunas de ARNm sean ineficaces", defendía el secretario de Salud estadounidense. Esto ocurre con estas y con cualquier tipo de vacuna porque todavía no es posible inmunizar a la población de una sola vez, explica el presidente de la AEV.
Ignacio López-Goñi, microbiólogo de la Universidad de Navarra, explica que "la gran ventaja de esta tecnología es que permite adaptar rápidamente las vacunas a nuevas variantes virales", precisamente lo contrario de lo afirmado por Kennedy.
La cancelación de estos fondos pone en riesgo avances médicos importantes más allá de las vacunas contra enfermedades respiratorias. Actualmente se investigan aplicaciones del ARNm para:
- Inmunoterapia contra el cáncer: con ensayos en terapias personalizadas
- Enfermedades endémicas: proyectos contra malaria, VIH y tuberculosis
- Resistencia antibiótica: potencial para combatir superbacterias
Curiosamente, el gobierno estadounidense ha mantenido la financiación para estas aplicaciones no vacunales del ARNm, lo que según Pérez demuestra que "la decisión está motivada por ideología antivacunas, no por objeciones científicas reales a la tecnología".
Kennedy ha promovido como alternativa las vacunas de virus completo, un enfoque que la comunidad científica considera obsoleto. "Se abandonaron hace décadas porque provocaban más efectos adversos", explica el presidente de la AEV.
Los expertos comparan esta postura con "negarse a usar carreteras comarcales hasta que se construyan autopistas en todo el país": un perfeccionismo que paraliza el avance médico.
Las consecuencias globales:
Esta decisión podría tener repercusiones más allá de EEUU:
1. Freno a la innovación: muchos proyectos internacionales dependían de esta financiación
2. Pérdida de confianza pública: mensajes contradictorios sobre tecnología probada
3. Retraso en preparación pandémica: justo cuando la OMS alerta sobre posibles nuevas amenazas
Mientras el gobierno estadounidense da este polémico paso atrás, otros países como Alemania, Japón y Corea del Sur están incrementando sus inversiones en ARNm, conscientes de su potencial para revolucionar la medicina del siglo XXI.