Aunque muchas de estas afecciones comparten manifestaciones similares como congestión nasal, tos y fatiga, existen diferencias importantes que pueden ayudar a identificar la causa y tomar las medidas adecuadas.
Determinar si los síntomas corresponden a COVID-19, gripe, un resfriado común o simplemente alergias puede ser un desafío, especialmente durante los meses de invierno cuando estas enfermedades respiratorias alcanzan su pico de circulación.
Sobre esto, la doctora Brooke Bozick, experta del Instituto Nacional de Salud (NIH), explica que "distinguir la COVID-19 de la gripe puede ser difícil porque los síntomas se superponen mucho".
Tanto la COVID-19 como la influenza pueden provocar fiebre, tos, dolor de cabeza y dolores corporales, y ambas se transmiten de manera similar a través de pequeñas partículas que se liberan al estornudar, toser, cantar o hablar.
Un factor preocupante es que las personas infectadas pueden transmitir ambos virus antes de presentar síntomas.
Una de las principales diferencias radica en el tiempo que tardan en manifestarse los síntomas.
Mientras que una persona con gripe suele presentar síntomas entre 1 y 4 días después de infectarse, los síntomas de COVID-19 típicamente aparecen alrededor del quinto día, aunque pueden variar entre 2 y 14 días después de la exposición.
Sumado a eso, el invierno representa la temporada alta para resfriados y gripe, cuando las personas pasan más tiempo en interiores y en contacto cercano.
Los expertos expresan preocupación por el posible aumento y solapamiento de casos de gripe y COVID-19 durante el invierno, ya que es posible contraer ambas infecciones simultáneamente.
COVID-19: Una característica reveladora puede ser la pérdida del olfato o del gusto, síntoma poco común en otras enfermedades respiratorias. También puede causar dificultad para respirar y dolor persistente en el pecho.
Gripe: Se caracteriza por fiebre alta (100-102°F), que puede ser aún mayor en niños pequeños, acompañada de agotamiento extremo al inicio de la enfermedad y dolores corporales intensos.
Resfriado común: Los síntomas suelen ser más leves, incluyendo goteo nasal, tos, congestión y dolor de garganta, pero generalmente sin fiebre ni dolores corporales significativos. Los pacientes se sienten mejor en pocos días.
Alergias: Provocan goteo nasal y estornudos, pero no son contagiosas. Si hay picazón en ojos, nariz u oídos, probablemente se trate de una reacción alérgica. Los síntomas desaparecen al evitar la exposición al alérgeno.
La buena noticia es que las medidas preventivas son similares para todas estas enfermedades respiratorias.
Recomendaciones clave:
Vacunación contra la gripe (recomendada para personas mayores de 6 meses)
Vacunación contra COVID-19 (recomendada para mayores de 5 años)
Uso de mascarillas en espacios públicos cerrados
Lavado frecuente de manos
Evitar aglomeraciones en interiores
Evitar tocarse ojos, nariz y boca
Para la gripe, existen medicamentos antivirales que pueden aliviar los síntomas y acortar la duración de la enfermedad, especialmente si se administran al inicio. La FDA ha aprobado el remdesivir para el tratamiento de COVID-19, y otros tratamientos están en desarrollo.
En el caso de resfriados, el tratamiento se centra en el descanso, hidratación y medicamentos de venta libre.
Los enjuagues nasales pueden ayudar tanto con resfriados como con alergias, mientras que las alergias responden bien a antihistamínicos, descongestionantes y esteroides nasales.
Los expertos de NIH concluyen enfatizando la importancia de la vacunación: "Vacúnate contra la gripe y la COVID-19. Son formas seguras y eficaces de protegerte y proteger a quienes te rodean".