La leucemia mieloide aguda representa entre 100 y 200 diagnósticos anuales en la isla y se posiciona entre los primeros diez cánceres con mayor mortalidad.
Durante la 54ta convención anual de la Asociación de Hematología y Oncología Médica de Puerto Rico (AHOMPR), celebrada bajo el lema "Beyond the Boundaries in Oncology – Transforming Cancer Care 2025", especialistas destacaron los retos y avances en el tratamiento de la leucemia mieloide aguda, una enfermedad que continúa representando un desafío importante para el sistema de salud puertorriqueño.
En entrevista exclusiva con la revista Medicina y Salud Pública, el Dr. Alexis Chacón, hematólogo-oncólogo especialista en trasplantes de médula ósea, compartió datos reveladores sobre la incidencia y el manejo de esta condición en la isla.
La leucemia mieloide aguda es el tipo de leucemia aguda más común en pacientes adultos. Según explicó el Dr. Chacón, cada año se diagnostican en Puerto Rico entre 100 y 200 casos de esta enfermedad, cifras que la posicionan entre los diez cánceres con mayor incidencia tanto en hombres como en mujeres.
Más preocupante aún es su tasa de mortalidad: la leucemia aguda ocupa el octavo o noveno lugar entre las causas de muerte por cáncer en ambos sexos en la isla. "Es un diagnóstico que se ve frecuentemente en Puerto Rico", afirmó el especialista, quien señaló que la mayoría de estos pacientes son referidos a centros académicos especializados.
El Dr. Chacón reveló que Puerto Rico cuenta con solo tres unidades capacitadas para tratar pacientes con leucemia mieloide aguda: el Hospital Municipal de San Juan, el Centro Comprensivo de Cáncer y el Hospital de Veteranos, este último restringido a la población veterana. Esta limitación en la capacidad hospitalaria subraya la necesidad de fortalecer la infraestructura de salud especializada en la isla.
Aunque no existe una causa única identificada para el desarrollo de leucemia mieloide aguda, el especialista señaló varios factores de riesgo importantes:
Exposición ambiental y ocupacional: La exposición a químicos inorgánicos como pesticidas y sustancias utilizadas en la industria, así como la radiación, pueden aumentar el riesgo de desarrollar la enfermedad. Los veteranos, por ejemplo, presentan mayor vulnerabilidad debido a su exposición histórica a estos elementos.
Leucemia secundaria: Un dato particularmente relevante es que esta enfermedad puede surgir como consecuencia de tratamientos previos para otros tipos de cáncer. "Un paciente que recibe quimioterapia para un cáncer de seno eventualmente puede desarrollar cambios en la médula ósea que causen una leucemia aguda al pasar de los años", explicó el Dr. Chacón.
La quimioterapia o radioterapia utilizada para tratar tumores sólidos puede causar una transformación en las células madre de la médula ósea, derivando en leucemia mieloide aguda años después del tratamiento inicial.
Condiciones genéticas: Aunque menos común, algunos síndromes genéticos o hereditarios pueden predisponer a la enfermedad, especialmente en pacientes más jóvenes.
El trasplante de médula ósea de un donante continúa siendo el único tratamiento potencialmente curativo para la leucemia mieloide aguda.
Sin embargo, no todos los pacientes son candidatos para este procedimiento, que se reserva para casos de alto riesgo basados en características genéticas y mutaciones específicas.
El tratamiento inicial tradicional consiste en quimioterapia de alta intensidad, administrada en unidades especializadas con el paciente hospitalizado. Este protocolo es efectivo en pacientes menores de 60 años, pero representa un desafío para la población de mayor edad.
El Dr. Chacón destacó que el mayor avance en el manejo de esta enfermedad ha sido el desarrollo de terapias dirigidas para pacientes mayores de 60 años. "Antes teníamos las opciones de tratamiento bien limitadas, no había tratamientos que lograran controlar la enfermedad y dar una buena posibilidad de cura", señaló.
Estos nuevos medicamentos no son quimioterapia tradicional, sino que trabajan de forma directa sobre moléculas específicas o mutaciones que acompañan la enfermedad. Esta innovación ha permitido que pacientes que no toleran quimioterapia de alta intensidad puedan recibir tratamiento efectivo.
"Estos pacientes, incluso aunque no sean candidatos a trasplantes, pueden tener su enfermedad controlada por un periodo de tiempo largo y puedan tener una mejor sobrevida", afirmó el especialista.
Al preguntarle sobre la relevancia de espacios como la convención anual de AHOMPR, el Dr. Chacón fue enfático: "La hematología oncología es una rama de la medicina que cambia día a día".
Según el especialista, este tipo de actividades académicas son fundamentales para que los profesionales de la salud se mantengan actualizados sobre los distintos medicamentos y tratamientos de vanguardia. "Es la única forma que tenemos de mantenernos al día y de poder ofrecerle a nuestros pacientes las mejores opciones de tratamiento", concluyó.
Estas convenciones también cumplen un rol educativo amplio, permitiendo la difusión de información tanto a pacientes como a otros médicos de la isla, fortaleciendo así la red de atención oncológica en Puerto Rico.