Han retomado esta línea de investigación para demostrar que las propiedades de la coagulación en la leche materna, el líquido amniótico, la orina y, ahora, la saliva, se deben a la presencia de vesículas extracelulares con complejos de tenasa extrínsecos.
Un estudio publicado en la revista Blood, por un equipo de investigadores de la MedUni de Viena, ha esclarecido la comprensión de los mecanismos de coagulación sanguínea en pacientes con hemofilia A.
Este tipo de hemofilia, la más común, se caracteriza por una deficiencia hereditaria del factor VIII de coagulación, lo que conlleva un alto riesgo de hemorragias espontáneas y potencialmente mortales, especialmente en las articulaciones y otras áreas del cuerpo.
Los investigadores, liderados por Johannes Thaler y Cihan Ay, han descubierto que la saliva de estos pacientes contiene vesículas extracelulares que albergan complejos de tenasa extrínsecos.
Estas estructuras moleculares, formadas por el factor tisular (TF) y el factor VIIa, son responsables de activar la cascada de coagulación al entrar en contacto con la sangre.
Los complejos de tenasa extrínsecos presentes en la saliva desempeñan un papel compensatorio en la deficiencia del factor VIII, lo que permite una coagulación rápida en las mucosas orales.
Esto explica por qué las hemorragias en esta área son "realmente raras" y suelen detenerse rápidamente, según los resultados del estudio. Por el contrario, los pacientes cuya saliva carece de estos complejos coagulantes presentan un mayor riesgo de sangrado en las mucosas.
Esto también arroja luz sobre la verdadera razón de los fluidos corporales en los procesos hemostáticos, un campo que, según los autores del estudio, había sido ignorado durante décadas.
El estudio también se basó en investigaciones históricas realizadas por el pediatra vienés Alphons Solé en los años 30 del siglo XX. En su ensayo, Solé demostró que ciertos fluidos corporales, como la leche materna, eran potentes activadores de la coagulación.
Según sus observaciones, los taponamientos empapados en leche materna podían detener rápidamente hemorragias en pacientes con hemofilia, cuando la esperanza de vida promedio para estos pacientes no superaba los ocho años.
El equipo dirigido por Thaler y sus colegas ha retomado esta línea de investigación histórica para demostrar que las propiedades promotoras de la coagulación observadas en la leche materna, el líquido amniótico, la orina y, ahora, la saliva, se deben a la presencia de vesículas extracelulares con complejos de tenasa extrínsecos.
Fuente consultada aquí.