Una visita de seguimiento de un paciente pediátrico culminó días después con el diagnóstico de un tipo de masa en el oído medio que tuvo una atípica presentación.
Médicos exhortan a tomar conciencia sobre las enfermedades del oído
Una visita de seguimiento de un paciente pediátrico culminó días después con el diagnóstico de un tipo de masa en el oído medio que tuvo una atípica presentación.
El caso se registró en el Manatí Medical Center (MMC).
Según relató el doctor David Cevallos a la Revista de Medicina y Salud Pública (MSP), una niña de nueve años acudió a la pediatra, doctora Marilyn Toledo, y en medio de un examen físico, se identificó que el canal auditivo del oído izquierdo de la paciente estaba siendo obstaculizado por un volumen mayor de cerumen que finalizó con un diagnóstico de colesteatoma con una atípica presentación.
Un colesteatoma se trata de un crecimiento anormal en el oído medio detrás de la membrana del tímpano. Precisamente son originadas por repetidas infecciones y se pueden desarrollar como quistes o bolsas que descaman piel vieja.
El caso inició cuando la niña, mientras recibía tratamiento antibiótico para eliminar un volumen alto de cerumen identificado en el canal auditivo de su oído izquierdo, requirió atención urgente de su pediatra, quien le había atendido tres días antes, señaló Cevallos.
“La mamá indicó que su casa tenía un mal olor y que el oído de la menor expulsaba demasiado cerumen de forma incontrolable, que hasta tuvo que usar gasas. La niña fue entonces referida al otorrinolaringólogo (ENT)”, explicó.
De paso, el doctor Felix Seda, especialista ubicado en el Hospital del Niño San Jorge, diagnosticó en primera instancia una perforación en el tímpano del oído izquierdo y recetó antibióticos, aunque la paciente fue luego referida a un especialista en audiología.
“Un CT Scan de la cabeza encontró que había opacificación en el oído izquierdo y al mismo tiempo una masa que pudiera significar un colesteatoma”, confesó.
El caso clínico estableció un precedente entre los médicos porque el colesteatoma no presentó síntomas fijos, como mareos y pérdida de audición. Este tipo de masas tiende a ser más agresivas entre los pacientes pediátricos, según Ceballos.
“Normalmente ya los pacientes llegan con síntomas donde están supurando secreciones y tienen problemas de audición. Nuestra paciente tuvo solo síntomas de secreciones, una vez se le dio los primeros medicamentos para sacar el cerumen del canal del oído. Por suerte a la niña se le encontró rápido la masa y fue extirpada por el cirujano”, celebró.
Finalmente el doctor exhortó a la conciencia médica tanto en la detección temprana de los colesteatoma, pues pueden afectar el desarrollo -como la audición y lenguaje- de los niños así como enfatizó en el seguimiento médico, pues este tipo de afección tiene más de un 50 por ciento de probabilidades de volver a recurrir.
Este caso ganó el segundo lugar en la reciente convención de la Academia de Médicos de Familia llevada a cabo en San Juan.