Consumo prolongado de vinagre de manzana desencadena leve daño hepático en paciente

Dolor abdominal intenso, ictericia, orina oscura y heces pálidas fueron las señales que lo llevaron a urgencias, donde las pruebas revelaron un patrón claro de daño hepatocelular.

Katherine Ardila

    Consumo prolongado de vinagre de manzana desencadena leve daño hepático en paciente

    Un paciente masculino se presentó en un hospital con un cuadro de una semana de evolución caracterizado por dolor abdominal en el cuadrante superior derecho, ictericia, heces de color arcilla y orina de color té oscuro. 

    El paciente negó síntomas constitucionales como fiebre, vómitos, prurito, pérdida de peso o cambios en el hábito intestinal. Destacó especialmente la ausencia de factores de riesgo habituales para enfermedad hepática: no había recibido transfusiones sanguíneas, no mantenía relaciones sexuales de riesgo y no consumía alcohol ni drogas ilícitas.

    Entre sus antecedentes médicos figuraban enfermedad hepática grasa leve, hiperlipidemia e hipertensión arterial, además de alergia documentada a penicilina. 

    El aspecto más relevante surgió en la anamnesis por sistemas: el paciente reveló consumir 30 ml de vinagre de sidra de manzana tres veces por semana, basado en la creencia popular de que este producto reduce los lípidos sanguíneos y beneficia el hígado graso. 

    No reportó antecedentes familiares de enfermedades hepáticas, neurológicas o psiquiátricas.

    Hallazgos al ingreso

    Al examen físico, el paciente se encontraba consciente, orientado y hemodinámicamente estable, sin signos de encefalopatía hepática. Presentaba ictericia escleral, sublingual y cutánea evidente, pero no mostraba erupciones cutáneas, linfadenopatías ni manifestaciones sugerentes de enfermedades autoinmunes. 

    Los signos vitales se mantenían dentro de parámetros normales.

    Los estudios de laboratorio revelaron un patrón hepatocelular de daño hepático. Las serologías resultaron negativas para hepatitis B y C, VEB, CMV y VIH, aunque positivas para IgG de hepatitis A. 

    Los marcadores autoinmunes (ANA, ASMA, LKM-1) fueron negativos, al igual que los marcadores tumorales CEA y CA-19-9. La ecografía abdominal mostró hígado graso moderado con dimensiones en límite superior, litiasis vesicular de 0,8 cm y ligera dilatación del colédoco.

    Manejo hospitalario y evolución

    Se inició antibioticoterapia intravenosa y rehidratación, sin mejoría inicial. Se realizó CPRE que descartó obstrucción biliar, seguida de resonancia magnética que mostró engrosamiento de pared vesicular. Ante la falta de respuesta, se procedió a biopsia hepática percutánea ecoguiada, la cual reveló colestasis parenquimatosa y canalicular significativa. Se estableció el diagnóstico presuntivo de daño hepático inducido por vinagre de sidra de manzana.

    El paciente recibió alta al quinto día con tratamiento con ácido ursodesoxicólico 300 mg dos veces al día y la recomendación absoluta de suspender el consumo de vinagre. En controles posteriores mostró mejoría clínica y de laboratorio progresiva. 

    No se repitió la biopsia hepática debido a limitaciones económicas y falta de cobertura del seguro médico, pero la evolución favorable apoyó el diagnóstico inicial.

    Discusión

    "Este caso demuestra que es poco frecuente experimentar daño hepático inducido por vinagre de manzana", escriben los autores (Andonie CR, AbuGhannam SI, Ruzayqat SMA). . También destaca la importancia de considerar todas las posibles etiologías al diagnosticar DILI. Se necesita más investigación para comprender los mecanismos y factores de riesgo asociados con la hepatotoxicidad inducida por vinagre de manzana.

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