Especialista explica cómo Farapulse representa un avance significativo en el tratamiento de la fibrilación auricular con mayor seguridad, rapidez y mejores resultados a largo plazo.
La ablación cardíaca ha dado un salto tecnológico con la introducción de la ablación por campo pulsado (PFA, por sus siglas en inglés), un procedimiento que promete revolucionar el tratamiento de la fibrilación auricular, una de las arritmias más comunes que afecta a millones de personas en todo el mundo.
La doctora Zuleyka Oliveros, especialista en electrofisiología cardiaca que ejerce en el Bayamón Medical Center, el hospital Pavía de Arecibo y el hospital médico Episcopal San Lucas, conversó en una conversación exclusiva con la revista Medicina y Salud Pública, sobre las ventajas de esta tecnología.
Su elección de especializarse en electrofisiología responde a una motivación clara: la posibilidad de impactar directamente la calidad de vida de los pacientes a través de dispositivos innovadores y procedimientos médicos avanzados como las ablaciones.
"Dentro de todas las especialidades del campo de la cardiología, la electrofisiología permite ayudar a los pacientes de manera muy directa y tangible", explica la especialista.
A diferencia de las ablaciones tradicionales que utilizaban métodos térmicos como radiofrecuencia o crioablación, la ablación por campo pulsado lleva electricidad directamente al tejido cardíaco para destruir las células anormales sin generar calor.
"Esta es una tecnología no térmica que es más específica al tejido cardíaco y ayuda a preservar estructuras cercanas, por lo que las complicaciones son mucho menos", explica la doctora Oliveros.
Al enfocarse exclusivamente en el tejido que necesita tratamiento, se minimizan los riesgos de daño a estructuras adyacentes como el esófago, nervios o vasos sanguíneos, un problema que representaba una preocupación constante con los procedimientos anteriores.
La tecnología de campo pulsado ha demostrado ser capaz de diferenciar entre tipos de tejido, actuando de manera selectiva sobre el músculo cardíaco sin afectar otras estructuras vitales cercanas.
Uno de los beneficios más notables de Farapulse es la eficiencia del procedimiento. La doctora Oliveros destaca que se trata de "una tecnología más rápida y más segura, y eso es lo que nosotros queremos para nuestros pacientes".
La reducción en el tiempo del procedimiento no solo disminuye la exposición del paciente a la anestesia y los riesgos asociados, sino que también permite a los equipos médicos atender a más pacientes con la misma calidad de atención.
La especialista destaca que los pacientes experimentan mejoras notables desde el momento en que despiertan de la anestesia. "Tan pronto el paciente abre los ojos después de la anestesia, ellos pueden sentir la diferencia", afirma con entusiasmo, describiendo un fenómeno que ha observado consistentemente en su práctica.
Esta mejoría inmediata no solo tiene implicaciones físicas, sino también psicológicas. Los pacientes que han vivido durante años con la incertidumbre y el malestar de la fibrilación auricular experimentan un alivio casi instantáneo que les devuelve la confianza en su propio cuerpo.
Los estudios y la experiencia clínica demuestran que Farapulse ofrece mejores resultados a largo plazo comparado con otras tecnologías disponibles, lo que se traduce en una mayor satisfacción de los pacientes tratados.
"Los pacientes que he podido tratar con esta tecnología están muy satisfechos", confirma la doctora Oliveros, quien reconoce que aunque aún es cuestión de tiempo para tener datos a muy largo plazo, "los números han favorecido esta tecnología versus las otras que utilizábamos anteriormente".
Uno de los grupos que más se ha beneficiado de esta tecnología son aquellos pacientes que ya habían sido sometidos a ablaciones anteriores —ya sea por radiofrecuencia o crioablación— y que volvieron a desarrollar arritmias.
Para estos pacientes, el retorno de los síntomas después de un procedimiento inicial puede ser particularmente desalentador.
"Ahí es donde más ha impactado y donde ha hecho la gran diferencia", señala la doctora Oliveros, quien considera que estos pacientes encuentran en PFA una alternativa efectiva cuando otros métodos no lograron resultados duraderos.
A pesar de sus ventajas clínicas, la tecnología enfrenta obstáculos administrativos. La electrofisióloga reconoce que el mayor desafío no es técnico sino de acceso: "No todos los planes médicos han aceptado todavía esta tecnología y tenemos algunas limitaciones en cuanto a eso".
Este factor representa una barrera para que más pacientes puedan beneficiarse del procedimiento, aunque la especialista confía en que la evidencia científica favorecerá eventualmente una mayor cobertura.
La doctora Oliveros prevé que la ablación por campo pulsado expandirá sus aplicaciones más allá de la fibrilación auricular. "Eventualmente, entiendo que se va a poder utilizar en otro tipo de arritmias que no se están tratando al momento", proyecta.
Su visión es optimista: esta tecnología podría convertirse en el estándar para manejar la gran mayoría de las arritmias cardíacas en el futuro.
Para otros profesionales de la salud que consideran incorporar Farapulse en su práctica, la doctora Oliveros es enfática: "Mi consejo es que lo intenten, realmente no se van a arrepentir. Es una tecnología súper buena, súper eficaz, el procedimiento es rápido y la técnica es bien fácil de aprender", concluye.