"Enfermedades cardiovasculares son la causa más común de muerte a nivel mundial": Dr. Jorge González

Según el Instituto Nacional del Envejecimiento, los adultos mayores de 65 años tienen más probabilidad que los jóvenes de padecer enfermedades cardiovasculares graves, como infartos cerebrales o insuficiencia cardíaca.

Valery Cardozo

    "Enfermedades cardiovasculares son la causa más común de muerte a nivel mundial": Dr. Jorge González

    La población de Puerto Rico está envejeciendo aceleradamente, en solo la última década, la media de edad ha pasado de 37 a 45 años. Con la edad, los factores de riesgo para derrames cerebrales, diabetes, enfermedades reumáticas, salud mental y otras condiciones aumentan significativamente.

    Para abordar de manera clara la atención y prevención en la edad avanzada, conversamos con el prestigioso cardiólogo, Dr. Jorge González.

    Intervención vs. prevención: ¿Realmente estamos combatiendo las enfermedades cardíacas?

    "Las enfermedades cardiovasculares son la causa más común de discapacidad y muerte a nivel mundial, especialmente en países desarrollados. Estamos hablando de infartos al corazón, trombosis cerebrales y fallos cardíacos. Lo más importante aquí es lidiar con los factores de riesgo: hipertensión, diabetes, niveles de colesterol, obesidad, vida sedentaria, apnea del sueño y fibrilación auricular. Es crucial intervenir antes de que estas condiciones se vuelvan clínicas". Explicó el Dr. Jorge. 

    Y añadió que, "a veces, con el enfoque sesgado por intereses de las grandes farmacias, conocidas como Blackpink Farma, y también de quienes producen dispositivos para tratamientos, se favorece la intervención en lugar de la prevención. Sin embargo, realmente no podemos devolver al paciente a su estado anterior después de su primer evento. Por eso, es crucial enfatizar la prevención de factores como la hipertensión, la diabetes, los niveles de colesterol, la obesidad, la vida sedentaria, la apnea del sueño y la fibrilación auricular, descubriéndolos antes de que sean clínicamente evidentes. Si queremos hacer una diferencia, debemos abordar estos factores". 

    Estas son las cosas que se pueden prevenir y trabajar: la hipertensión, la diabetes, los problemas de colesterol, la obesidad, la vida sedentaria, la apnea del sueño y la detección de la fibrilación auricular, entre otras.

    Prevenir es mejor que curar

    "Debemos tratar que el sistema, especialmente aquí en Puerto Rico, que actualmente se ha organizado de una manera que yo llamaría más desorganizada, no se base únicamente en un modelo de negocios y recuerde la verdadera labor que se debe realizar. Es fundamental que los médicos primarios participen en el manejo de los pacientes, especialmente en el segumiento para detectar estas condiciones y factores de riesgo, e intervenir con ellos a tiempo", afirmó el experto. 

    El manejo adecuado de estos factores de riesgo es esencial. La prevención es la intervención más importante y significativa para cambiar la historia natural de las enfermedades cardiovasculares. "Aunque los tratamientos actuales pueden ser efectivos, nunca devuelven al paciente al estado previo a su primer evento. Por eso, enfatizamos la prevención: hipertensión, diabetes, colesterol alto, obesidad, vida sedentaria, y apnea del sueño", explicó el Dr. Jorge. 

    A partir de los 65 - 70 años, las arritmias se vuelven más frecuentes, especialmente la fibrilación auricular, una causa común de derrames cerebrales. Aunque hay tratamientos disponibles, es fundamental prevenir su desarrollo o detectarla a tiempo.

    Automedición de la presión arterial: La mejor herramienta para controlar la hipertensión

    "Tenemos que ayudar a los médicos a que nos traten la hipertensión correctamente. No se puede evaluar con precisión la hipertensión solo con la presión que se toma en la oficina, debido a fenómenos como la hipertensión de la bata blanca y la hipertensión enmascarada. Los valores en la oficina son útiles para tomar decisiones inmediatas, como mandar al paciente a emergencias si está en mal estado, pero no para decidir si se empieza un tratamiento médico o se ajusta la terapia, sugirió el experto. 

    También existen dispositivos como los monitores ambulatorios de presión arterial (ambulatory blood pressure monitors) que incluyen las presiones nocturnas, lo cual puede reducir hasta en un 15% el riesgo de ictus y ataques cardíacos a largo plazo.


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