Hombre con VIH mantuvo infección activa por coronavirus durante 750 días, el caso más prolongado

Su sistema inmune devastado por no seguir la terapia antirretroviral permitió que el virus persistiera y mutara en su organismo, creando una mezcla única de variantes.

Katherine Ardila

    Hombre con VIH mantuvo infección activa por coronavirus durante 750 días, el caso más prolongado

    Un caso médico acaba de ser revelado en la Revista The Lancet: Microbe sobre la persistencia del SARS-CoV-2 en el organismo humano. 

    De acuerdo con médicos de la Universidad de Boston, un paciente de 41 años con VIH mantuvo una infección activa por coronavirus durante al menos 750 días, casi dos años y medio, lo que sería el caso más prolongado jamás registrado en el mundo.

    La historia comenzó en mayo de 2020, en plena primera ola de la pandemia. Tras tener contacto cercano con un positivo confirmado, el hombre empezó a experimentar tos, cefalea y fatiga. No obstante, pasaron varios meses hasta que su cuadro se agravó y recibió el diagnóstico formal. 

    Fue en septiembre de ese mismo año, cuando su deterioro lo llevó a ser hospitalizado de urgencia.

    La clave: un sistema inmunitario devastado

    El trasfondo del paciente explica la extraordinaria duración de la infección. Diagnosticado con sida en 2002, llevaba años sin seguir adecuadamente la terapia antirretroviral, lo que dejó sus defensas gravemente comprometidas. 

    Sin la capacidad inmunológica para combatir al patógeno, el coronavirus encontró en su cuerpo un entorno ideal para alojarse y mutar.

    A lo largo de los meses, el virus acumuló numerosas mutaciones en su organismo, generando una diversidad de variantes única. Según el artículo publicado en The Lancet Microbe, "si bien estos cambios virales crearon una mezcla única de cepas en su cuerpo, ninguna parece haberse propagado más allá de él, quizás porque estaban perfectamente adaptadas a su propio entorno inmunitario".

    El hombre dio positivo en todas las pruebas PCR hasta el momento de su fallecimiento, aunque los médicos aclararon que su muerte se debió a "causas no relacionadas con la infección".

    La COVID en personas inmunodeprimidas

    Estos pacientes se convierten en reservorios prolongados del virus, con potencial riesgo de generar nuevas variantes.

    Ya se habían documentado antes casos similares, aunque ninguno de tal magnitud. En abril de 2024, se reportó a un hombre de 72 años en Países Bajos que portó el virus durante 613 días. Y en 2022, otro paciente en Londres mantuvo la infección activa durante 505 días antes de fallecer.

    Este caso sigue confirmando que es necesario vigilar de cerca a los pacientes inmunodeprimidos con COVID-19 persistente, no solo por su salud individual, sino por el riesgo potencial de evolución viral intrahuésped. 

    Aunque por ahora ninguna de estas variantes personalizadas ha demostrado capacidad de dispersión comunitaria, cada caso prolongado nos recuerda la impredecible biología del SARS-CoV-2 y su habilidad para aprovechar cualquier vulnerabilidad.


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