El doctor no solo defiende, sino que educa en función de la equidad.
El doctor Rafael E. Bredy-Domínguez, asumió como Director Asociado de Asuntos Clínicos del Hospital Damas, hace tres años y desde entonces ha visto como un proyecto que ha liderado desde la base del respeto, la inclusión y la salud como prioridad, y así se convirtió en un ejemplo y el lugar en donde la comunidad LGBTQIA+ puede ser tratada con medicina humanista y equidad, tal cual el juramento de hipócrates.
Entre sus tantas anécdotas, relató ante sus estudiantes y colegas en el centro de salud, cómo al cumplir su labor de docente encontró que un alumno al momento de permitírsele asistir cómodo a un evento llegó vestido con la identidad con la que se sentía mejor, como una mujer.
“Me dio pena, en ese momento sentí que debí preguntar y no asumir que por su forma de vestir era un roquero, ya que en clases siempre estaba de ropa holgada. Luego de ese momento, el estudiante le confesó que sentía incomodidad al ser llamado por su nombre”, y eso lo marcó.
En los años posteriores, el Dr. Bredy ha creído firmemente que su mayor motivación es la empatía, el respeto y el ofrecer servicios de calidad a todos por igual, algo que en su opinión incluye a la comunidad LGBTQIA+ en Puerto Rico.
“Todo empezó por la necesidad de tener que dar respuesta a una exigencia, tanto de los gobiernos federal y local, relacionada con el requisito de cumplir a nivel hospitalario, con protocolos de trabajo para proveer adecuadamente nuestros servicios a la población LGBTQIA+ y de formarse sobre temas de sensibilidad y competencia cultural en el servicio a esta población”, relató a la Revista de Medicina y Salud Pública.
En consecuencia, con el apoyo de la Junta de Directores y el Grupo Asesor para asuntos LGBTQIA+ del Hospital Damas, se inició en la institución un proceso de certificación a través de Healthcare Equality Index / Human Rights Campaign Foundation, donde encontró que la disparidad es evidente y se necesita mejorar el servicio.
“Me enfrento cara a cara con una disparidad en salud, inaceptable como todas las disparidades, de las que poco se habla, por la que mucho se sufre y que ahora encuentro que tenía un rostro humano y descubro igualmente, que es una población que se cataloga como vulnerable, dijo.
En este sentido, el Dr. Bredy entendió que tenía la responsabilidad de asumir este compromiso por la equidad, la justicia y la competencia cultural en la prestación de los servicios de salud para la comunidad LGBTQIA+ “como compromiso de vida al que no podía darle la espalda y dada mi posición tanto en el Hospital como en la Universidad, comprendí que incorporarme a este activismo en salud era una responsabilidad indelegable”.
Al ser consultado sobre sus logros en beneficio de la comunidad, el Dr. Bredy fue muy enfático en señalar que no era algo individual, sino colectivo, ya que desde el Hospital Damas, él junto a los directores tomaron la decisión convertir este centro de salud en una zona segura para la comunidad LGBTQIA+ en la Isla.
“Después de tres años de esfuerzos, errores y aciertos, incertidumbre y encuentros, en el año 2022 el Hospital logró alcanzar la certificación Top Performer de Healthcare Equality Index / Human Rights Campaign Foundation, ubicándonos en la escena de la salud puertorriqueña y de la nación americana como un Hospital que satisface una necesidad profunda y urgente de la comunidad LGBTQIA+ de recibir una atención en salud equitativa, informada, sensible y acogedora, libre de discriminación”, explicó.
Sobre cambios o reformas que podrían implementarse en opinión del especialista, este mencionó dos aspectos importantes, entre los cuales destacó una carta de derechos y responsabilidades de los pacientes LGBTQIA+ y darle mayor fuerza a las leyes ya existentes.
“Una perspectiva de política y salud pública que haría más efectivas las distintas iniciativas que a título individual los proveedores de servicios de salud vamos tomando. Por otra parte, el otro cambio que haría es que abogaría porque los currículos de formación de todos los programas relacionados con las ciencias de la salud fortalecieran los contenidos de profesionalismo, destrezas interpersonales y de comunicación e incluiría programas abarcadores de formación sobre contenidos de salud para pacientes LGBTQIA+”, indicó.
En su opinión, la mejor satisfacción de su labor, es la respuesta solidaria de la alta gerencia de la institución y de su Junta de Directores en el compromiso por la defensa de los derechos de la salud de la población LGBTQIA+. “Probablemente, yo no estaría hoy aquí charlando con usted sobre estos temas sin este respaldo institucional”, dijo.
Desafíos y aciertos
En los tres años de lucha por visibilizar una necesidad, el Dr. Bredy se siente satisfecho, ya que su experiencia en este sentido es muy positiva, no solo en la comunidad en general, sino con sus colegas.
“Yo identifico que hay interés y preocupación ante un tema del que, en mi caso, nunca me hablaron en la escuela de medicina y del que hay que dar respuesta oportuna y efectiva. De igual forma, descubro en algunos espacios la necesidad de “desaprender” lo aprendido y de desprogramarse o “resetearse” ante las exigencias de los nuevos tiempos; pero en líneas generales, yo percibo, en los círculos que me rodeo, preocupación e interés”.
Por esa razón, su llamado es a que todos los profesionales de la salud entiendan que es necesario “proveer servicios inclusivos, de calidad, culturalmente competente y sensibles a la comunidad LGBTQIA+ no solo es una decisión apremiante y humana; es además una decisión inteligente”.
Vea la entrevista aquí.