"En muchos sitios lo que se está haciendo es que se prepara una carpa o un área designada de la sala de emergencia separada de los pacientes, el paciente llega, se evalúa, se le provee mascarilla, a ellos y al familiar y dependiendo del factor de riesgo".
Marcela Boyacá Mesa
Agencia Latina de Noticias de Medicina y Salud Pública
Uno de las grandes preocupaciones de la comunidad médica en esta pandemia es el temor que muchos pacientes, sobre todo los de enfermedades crónicas han generado a asistir a los centros médicos para recibir sus tratamientos y controles, esto sumado a que aquellos pacientes que por alguna razón necesita evaluación médica no asisten, todos por el miedo a contagiarse de COVID-19.
Así lo explicó en entrevista para la Revista Medicina y Salud Pública el emergenciólogo Fernando Soto quien inició aclarando que “la mayoría de interacciones que ocurren entre pacientes y médicos en salas de emergencia en Puerto Rico, no son entre emergenciólogo y paciente, si no entre médico generalista y paciente que son los que están en la mayor parte de salas de emergencia, solo hay cerca de 200 emergenciólogos en la isla”.
El galeno contó con detalles cual es el proceso que se está haciendo en las salas de emergencia para la atención de los pacientes, esto con el objetivo de que la gente no tema en llegar a estos sitios.
“Lo primero que debemos entender es que la gran mayoría de los pacientes son asintomáticos, así que estamos asumiendo que todos tienen COVID-19, sea porque llega con derrame cerebral, tenga algún infarto o tenga fallo congestivo, los médicos están siendo precavidos, se están vistiendo para todos los casos, dependiendo del proceso se protegen, si el paciente necesita una intubación el tipo de protección es mayor, si necesita una evaluación inicial básica y no se ve en extremis las precauciones son menores, cada tipo de intervención invasiva es cara en la protección que el médico va a requerir”.
El galeno mencionó que hay otras medidas que se están tomando para evitar contagios a los pacientes como protocolos de limpieza, de desinfección, de separación de pacientes y toda la protección personal, para pacientes, enfermeros, médicos y terapistas respiratorios.
“En muchos sitios lo que se está haciendo es que se prepara una carpa o un área designada de la sala de emergencia separada de los pacientes, el paciente llega, se evalúa, se le provee mascarilla, a ellos y al familiar y dependiendo del factor de riesgo para la condición del paciente se canaliza a las diferentes áreas, un paciente que tiene problemas respiratorios claramente va a tener que ir a un cuarto con aislamiento porque ese paciente va a estar botando el virus mucho más rápido que un paciente que viene con un tobillo doblado”.
Como lo menciona el doctor, en los centros médicos se están tomando todas las medidas de seguridad posibles para evitar contagios, un ejemplo de esto es el Hospital San Cristóbal que hace unos días invitó a la Revista Medicina y Salud Pública a conocer la instalación y los procesos que se están haciendo en las carpas.
El doctor Soto señaló que el protocolo se está haciendo en la gran mayoría de los centros médicos de la isla “a todas las instituciones que contacté antes de entrar a esta entrevista tienen esa área adicional, tiene su triage normal y corriente donde se le hacen los signos vitales al paciente y tienen un discernimiento especial que deja saber si el paciente está en riesgo de tener COVID-19”.
Las visitas es otra de las restricciones y cuidados que se están practicando en este momento, la visita solo se deja entrar en caso de que sea paciente pediátrico o que sea absolutamente necesario, estas personas también de manera obligatoria deben lavarse las manos al entrar y usar mascarilla.
Por último, el galeno hizo énfasis en que el virus llegó para quedarse y que todos estos protocolos estarán hasta que “o se haya contagiado todo el mundo o exista una vacuna” y que “tal vez se convierta en un virus circulante, de temporadas, no se sabe que va a ocurrir, lo que estamos haciendo con los protocolos es para que los servicios de salud no colapsen y podamos atender a la mayor parte de la gente de la mejor forma posible, sin estar completamente saturados”.