El mundo continúa conviviendo con diferentes virus como el COVID, que trajo consigo grandes retos que ayudó a suplir la estadística clínica.
La pandemia que produjo el SarsCov-2, mutando hasta llegar al conocido Covid-19 (2019), trajo consigo una serie de problemas que van más allá. Hablamos de la emergencia sanitaria que enfrentan diversos organismos en el campo de la salud, la política pública y la población en general. Es por ello que se hace énfasis en el papel que juega la estadística frente a este tipo de situaciones adversas porque inciden directamente en el control que se le dará a las emergencias, las cuales no han terminado y en donde vemos cotidianamente como mutan los virus.
El Dr. Efrain Carrasquillo, Reumatólogo, Catedrático de la Universidad Central del Caribe y Expresidente de la Asociación de Reumatólogos de Puerto Rico, nos compartió desde su experiencia lo que representó la pandemia como reto para los profesionales de la salud y los entes de control que tomaron las decisiones para el manejo de riesgos y recursos.
Gracias a los beneficios de la estadística, hemos podido reconocer los virus y sus respectivas mutaciones, lo que ha permitido mantener bajo control las tasas de contagio y decesos; aunque es importante saber que en Puerto Rico, a fecha del 16 de diciembre se había registrado 1.066.412 casos de contagio y 5.463 decesos desde que empezó la pandemia, según data de la OMS.
Memorias del Covid-19
La pandemia que cambió el mundo, que llevó a toda la población a nivel mundial a internarse en sus viviendas, tuvo su inicio fuerte en Marzo del 2020, cuando la OMS expidió el comunicado en el que se anunció sobre la mortalidad del virus del COVID-19, y se invitó a los distintos gobiernos a tomar medidas de prevención para controlar la propagación, así como reducir las muertes.
Esto hizo posible la visibilidad de actores como los que se enfrentan a los virus a diario, con esos anuncios que se fueron realizando a diario por los entes de control, los médicos estuvieron en la primera línea de defensa contra la pandemia: “entendemos ahora más lo que es un epidemiólogo, vimos y vemos cómo se están tomando decisiones en base a la estadística de la información que estamos recibiendo, o que hemos visto con este virus que cambió las reglas del juego”, asegura el Dr. Carrasquillo.
Las atenciones en centros médicos se limitaron a las emergencias y el contacto entre las personas se vio coaccionado por el miedo al riesgo. Los organismos de control se basaban en los reportes diarios de las clínicas y hospitales para ir alimentando una base de datos y armar las estadísticas de cara a la situación: “la estadística definitivamente, sin alternativa, tiene que ir a la par con el manejo de la medicina clínica”, afirma.
¿La situación fuera de control?
Con el paso de los días y las medidas que se fueron adoptando, se vio implícitamente como alternativa la ejecución de las consultas virtuales o por llamada telefónica. Esto trajo consigo otra serie de variables y condicionantes: el lugar donde estaban los pacientes, las posibilidades de acceso, el coordinar las citas médicas con los pacientes o los cuidadores, las maneras de hacerle llegar incapacidades o medicamentos, entre otras.
Todo este proceso nos enseñó en diversos campos de acción, que se hace vital la articulación de las especialidades en la resolución de adversidades, por esta razón el doctor Carrasquillo es enfático en asegurar que: “cada legislador o legisladora, necesitará en un futuro tener en su equipo de trabajo a un médico, a un epidemiólogo o un estadístico; porque si no, no va a comprender la perspectiva que ven los especialistas de la salud, que son los que atienden los pacientes en la consulta médica”, asegura.
Las decisiones complicadas que motivó el COVID
La toma de decisiones no es algo sencillo y menos cuando se trata de la salud de otra persona. Ahora, dentro de ese escenario, de los peores momentos que tuvieron los especialistas de la salud fue la administración de respiradores para decidir a quién salvar y a quién no. Estos casos fueron registrados en la data como eso, una cifra de probabilidades: “esa era la toma de decisiones a las que nosotros no nos entrenamos… nosotros nos entrenamos para ayudar al paciente”, comenta.
Estas situaciones sirvieron de control porque los especialistas de la salud comenzaron a comprender los patrones en los que afectaba el virus y fue gracias a la actualización de la data que siguieron su lucha contra el virus.
“Ahí empezamos a ver cómo este virus se comporta, y vemos los grupos de edad, los pacientes con comorbilidades y enfermedades como la diabetes, la alta presión... y si tú vas a las crónicas antillanas ahí te hablan de malestar, de cómo se debe tratar a la persona, que si le daba un baño de agua fría para bajarle la fiebre, no había acetaminofén entonces. Pero vemos cómo a través de la historia, el hombre documenta, explica y la generación que sigue: lee, toma la información y hace la toma de decisión, así como hace los cambios”, aclara el doctor Carrasquillo.
La responsabilidad de la estadística y la salud
La estadística es determinante y carga consigo una gran responsabilidad. Esto es incidente sobre el cómo se debe coordinar con el área de salud, o la gobernanza. El objetivo del coronavirus es enseñarnos sobre la importancia de la vida y en cómo debemos afrontar la salud de la población.
“Tenemos que tenerla en cuenta porque la estadística define enfermedad, comportamiento al tratamiento, respuesta al mismo, así como los grupos de edades afectados, entre otras”, agrega que “con la epidemiología y la estadística se han tomado las decisiones más importantes… el comportamiento de la naturaleza, que es cambiante, que es viva y nosotros somos parte de ella”, asevera el Dr. Efraín.
La estadística es una recopilación, un trabajo en equipo que permite a diferentes organismos de la sociedad, interactuar directa o indirectamente. Por ejemplo: “el FDA como agencia (regula y aprueba los medicamentos) nos dice cómo dictarlas, cómo recetarlas, a qué paciente se le da, a qué paciente no. Ellos hacen estudios, antes y después que el medicamento ya está establecido”, enfatiza Carrasquillo.
Concluye el experto que es importante ver los beneficios de la estadística en el control multidisciplinar: “la estadística considerémosla, ampliémosla… Ahora con la experiencia del Covid, entendemos mejor cómo esto ayuda a la toma de decisión, y sí, para la práctica de la medicina clínica, sin estadística no podemos hacer cuidado médico”, finaliza el doctor Efraín Carrasquillo.
¿Qué es la estadística? Y sus aplicaciones a la medicina
Según lo ha descrito E.M. Magdalena Castro, epidemiología. Subdirección de Investigación. Dirección Académica, de la Clínica las Condes, en su artículo “Bioestadística aplicada en investigación clínica: conceptos básicos”: “La palabra estadística proviene del latín status: modo de pararse, posición. En el lenguaje cotidiano se habla de estadística en dos sentidos, uno es para referirse a un conjunto determinado de datos, por ejemplo, a la estadística de población o estadísticas de ventas.
El otro sentido se refiere a una disciplina matemática, donde la estadística matemática es una de las áreas de la ciencia matemática. Al mismo tiempo, la estadística se estudia desde el punto de vista práctico, desde su aplicación, por ejemplo, la estadística aplicada a la administración y economía. Otra de las áreas de la estadística aplicada, es su uso en la ciencia biológica y las disciplinas relacionadas con la medicina y la salud. A esta se le llama bioestadística”, explica el documento.
Estadística clínica, aplicación de las datas por los entes de control
La estadística clínica es la base de datos que se construye con los reportes de estudios e investigaciones, así como los que se hacen periódicamente para establecer diferentes variables de información: “es una herramienta necesaria sin opción para el cuidado de la salud, porque con la estadística tú mides cuál es el comportamiento de una población, cuántas son las personas afectadas por una condición, la distribución de edad, los sexos, y tantas otras variables que son las que nos ayudan en el tratamiento y el manejo de las personas”, explica el Dr. Efraín.
Esto sirve mucho para que los organismos de control de salud pública, puedan tomar decisiones y hacer frente como corresponda: “si tienes una población, como sucede en Puerto Rico, que es una población envejeciente, nosotros tenemos que saber y entender cuáles son las necesidades de ese paciente, y no solamente de ese paciente; el cuidador es tan importante como el paciente ahora”, devela.
Es decir, durante la pandemia y el encierro, la población que empezó a ser segmentada por las estadísticas fueron los adultos mayores, y tras ellos, los cuidadores también se involucraron dentro de la data. No obstante, no es secreto que a medida que iba avanzando la situación y el virus fue mutando, los niños también fueron indexados dentro de las cifras de registro.