Conocido como la "gripe estomacal", este virus provoca vómitos y diarrea, afectando principalmente a comunidades vulnerables.
Un aumento alarmante de los brotes de norovirus está afectando a diversas regiones de Estados Unidos, con Florida como uno de los estados más golpeados, según reportan las autoridades sanitarias.
Este virus, conocido popularmente como "gripe estomacal" o el "virus de los cruceros", es una de las principales causas de vómitos y diarrea en el país y genera preocupación entre los expertos debido a su alta capacidad de transmisión y el riesgo que representa para comunidades vulnerables.
De acuerdo con datos reportados por el Miami Herald, durante la primera semana de diciembre se notificaron 91 brotes de norovirus, lo que representa un aumento significativo respecto a los 69 brotes registrados en la última semana de noviembre. Este incremento marca una tendencia ascendente en comparación con los años anteriores, reflejando una preocupante intensificación de la propagación de la enfermedad.
Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) confirmaron que entre agosto y diciembre de este año se registraron 495 brotes de norovirus, lo que supone un aumento del 36% respecto al mismo periodo del año anterior. Este aumento ha generado alarmas en las autoridades sanitarias, que advierten que la enfermedad podría estar afectando a una mayor cantidad de personas debido a su capacidad de propagación rápida en espacios cerrados y altamente concurridos.
Florida se encuentra entre los estados más afectados por este repunte, ocupando el segundo lugar en cuanto al número de brotes confirmados, solo detrás de California. Según los datos de CaliciNet, el sistema de vigilancia de norovirus, entre septiembre de 2023 y octubre de 2024, se notificaron 24 brotes en Florida, en comparación con los 43 reportados en California.
Aunque los expertos no han podido identificar una causa exacta detrás de este incremento en Florida, algunos sugieren que podría estar relacionado con el inicio de la temporada alta de propagación del norovirus, que generalmente va de noviembre a abril, con picos en los meses de diciembre a marzo.
El norovirus se transmite con facilidad a través de alimentos y bebidas contaminados, el contacto con superficies infectadas o la exposición directa a personas contagiadas. El virus es especialmente común en lugares como hospitales, hogares de cuidado, escuelas y cruceros, donde las personas están en espacios cerrados y en contacto cercano.
Los síntomas del norovirus incluyen vómitos, diarrea, náuseas y dolor abdominal, que suelen aparecer entre 24 y 48 horas después de la exposición al virus. Aunque los síntomas pueden durar entre uno y tres días, el contagio se puede propagar mucho antes de que las personas presenten signos evidentes de la enfermedad.
El doctor Donald Ford, de la Cleveland Clinic, explica que uno de los aspectos clave para diferenciar el norovirus de otras afecciones similares, como la intoxicación alimentaria, es el contexto de contagio. Mientras que la intoxicación alimentaria tiende a afectar a varias personas que han consumido los mismos alimentos contaminados, el norovirus se transmite principalmente por contacto cercano entre personas, incluso antes de que los síntomas se hagan evidentes.
A pesar de que el norovirus suele resolverse sin necesidad de hospitalización, los expertos advierten que puede resultar particularmente peligroso para personas vulnerables, como niños pequeños, adultos mayores y aquellos con sistemas inmunológicos debilitados.
La mejor forma de prevenir la propagación del virus es una buena higiene personal. Los CDC recomiendan lavarse las manos con agua y jabón, ya que los desinfectantes de manos a base de alcohol no son efectivos contra este virus. Además, se sugiere desinfectar superficies con productos que contengan cloro y evitar la preparación de alimentos si se presentan síntomas de la enfermedad.
Medidas clave de prevención:
Lavarse las manos con frecuencia: El lavado de manos con agua y jabón es crucial, especialmente antes de comer y después de usar el baño.
Desinfectar superficies: Las superficies que entran en contacto con alimentos o que son de uso común deben limpiarse con productos desinfectantes a base de cloro.
Evitar la exposición: Quienes presenten síntomas deben aislarse para evitar contagiar a otros, especialmente en entornos cerrados como escuelas, hospitales y hogares de cuidado.
El tratamiento para el norovirus se centra en la hidratación, ya que la diarrea y el vómito pueden provocar deshidratación, lo cual es una de las complicaciones más graves asociadas a la infección. Los CDC sugieren que las personas afectadas beban líquidos como agua, caldos o bebidas sin cafeína ni alcohol, para mantenerse hidratadas y evitar complicaciones.
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