Su uso constante puede causar lesiones y desequilibrios en la postura, así como artrosis o artritis en las rodillas, afecciones de nervios, tendinitis, juanetes, dedos en martillo, metatarsalgia o predisposición a lesiones de tobillos como esquinces o fracturas.
El uso de tacones altos esconde una cara menos glamourosa. Los tacones aumentan la estatura, estilizan la silueta y elevan los glúteos. Ese es su lado luminoso, según los cánones de belleza que hoy existen. Pero usa tacones altos tiene efectos perjudiciales sobre la salud.
En concreto, su uso prolongado puede causar lesiones y desequilibrios en la postura, así como artrosis o artritis en las rodillas, afecciones de nervios, tendinitis, juanetes, dedos en martillo, metatarsalgia o predisposición a lesiones de tobillos como esquinces o fracturas.
No es poco. El repaso es del Colegio Profesional de Fisioterapeutas de la Comunidad de Madrid (CPFCM), con motivo de la publicación de su séptimo corto de animación de su campaña '12 meses, 12 consejos de salud'.
El uso de tacones altos explica que las mujeres sufren hasta cuatro veces más lesiones y problemas podales que los hombres. Y en verano es aún peor. En época estival se incrementa el riesgo de sufrir este tipo de lesiones, ya que se pasa de utilizar un zapato que sujeta completamente el pie, a sandalias, en muchos casos con tacón, que apenas sujetan el tobillo.
Para prevenir las lesiones, los fisioterapeutas recomiendan:
Deporte de verano, con precaución
Y si en verano aumenta el riesgo de sufrir este tipo de lesiones por los tacones, también ocurre, de otro modo, con el ejercicio físico. Según el CPFCM, muchas personas no acostumbradas al ejercicio físico, aprovechan sus vacaciones para practicar deporte, corriendo un alto riesgo.
Si no se comienza a hacer un ejercicio progresivo, con el calzado adecuado y teniendo en cuenta los propios límites, pueden llegar de sufrir problemas lumbares, esguinces, fascitis plantar, periostitis tibial o, incluso, fracturas por sobrecarga.
Los fisioterapeutas recomiendan que el mejor ejercicio es el aeróbico, sin alcanzar el umbral de la fatiga, como el paseo con paso rápido manteniendo la capacidad de hablar con el acompañante, o la gimnasia.
Además, si se hacen excursiones o paseos con niños, hay que tener en cuenta que la distancia recorrida por un adulto, se multiplica por diez en el caso de los niños, por lo que hay planificar los itinerarios pensando en ellos.