Es importante que antes de tomar un nuevo suplemento, pregunte a su médico y farmacéutico si es seguro.
Las vitaminas, hierbas y otros suplementos pueden ser un complemento eficaz para su programa de tratamiento de la artritis, no obstante no todos funcionan de la misma manera, ya que los pacientes son muy diferentes entre sí.
Por esa razón, los especialistas enfatizan en que el tratamiento se debe individualizar por completo, y el consumo de medicamentos adicionales al tratamiento debe tener el aval y seguimiento del médico tratante.
¿Funcionan los suplementos?
Los suplementos ya sean naturales o comprados dependen de los que se compre, los investigadores sugieren que ciertos remedios naturales pueden ayudar a reducir el dolor de la artritis y a mejorar la función, especialmente cuando se utilizan junto con los tratamientos tradicionales para la artritis.
El aceite de pescado, SAM-e un compuesto que se encuentra de forma natural en el organismo donde favorece el proceso de metilación según el cual grupos de metiles y la curcumina están entre los suplementos con mejor evidencia para apoyarlos. Las investigaciones sobre glucosamina y condroitina, que son algunos de los suplementos más populares para la osteoartritis (OA), son mixtas, pero se ha demostrado que pueden ayudar con el dolor y la rigidez de la OA.
Riesgos de los suplementos
Aunque los suplementos se consideran “naturales” eso no siempre significa que sean seguros. A diferencia de los medicamentos de venta con o sin receta, la ley no exige que la Administración de Drogas y Alimentos (FDA) apruebe la seguridad y la eficiencia de los suplementos dietéticos. Lo que significa que los fabricantes pueden enumerar en la etiqueta ingredientes que pueden no estar realmente en el suplemento, también pueden contener contaminantes, incluso los medicamentos de venta con prescripción médica.
Algunos suplementos pueden causar efectos secundarios como trastornos gastrointestinales o exceso de sangrado, otros pueden interactuar con los medicamentos que el paciente ingiere.
Una forma de confirmar la seguridad y eficacia de los medicamentos que toma es buscarlos en la Base de Datos de Medicamentos Naturales, es un sitio web que contiene información objetiva y basada en evidencia sobre los medicamentos, incluyendo su eficacia y las posibles interacciones con otros medicamentos. La suscripción es costosa, pero el médico puede hacerlo por usted.
Hablar con el especialista
Es importante que antes de tomar un nuevo suplemento, pregunte a su médico y farmacéutico si es seguro y apropiado para el tipo de artritis que padece, debe averiguar qué dosis debe tomar y a cuáles efectos secundarios debe prestar atención.
“No debe olvidar que los médicos pueden no tener conocimiento sobre los suplementos, ya que no son entrenados en la medicina complementaria y alternativa, los médicos especializados son los que tienen formación en medicina integral”, afirma el Dr. Farshad Fani Maryasti, MPH, director de Salud Pública Prevención y Promoción de la Salud de la Universidad de Arizona.
El paciente debe consultar con el médico sobre los productos que le han recomendado para asegurarse de no tener interacción con los medicamentos recetados.
¿Cómo escoger suplementos de calidad?
Es de total relevancia que el paciente compre con inteligencia, ya que los suplementos se pueden encontrar sin receta en una farmacia, supermercados, tiendas de alimentos saludables y tiendas especializadas en nutrición. Estas también están en internet, aunque comprar en línea resultará difícil, pues no sabrá con plena seguridad lo que está comprando. Si compra suplementos de manera virtual, lo mejor es acudir a empresas de renombre como The Vitamin Shoppe, Walgreens o Amazon.
Lo mejor es desconfiar de las falsas afirmaciones, las promesas que suenan demasiado buenas para ser verdad como “reconstruye las articulaciones dañadas”. Ningún suplemento dietético puede reclamar legalmente, diagnosticar, curar, tratar o prevenir enfermedades.
Buscar el sello es una forma de asegurar la calidad de los suplementos que compra, pues es el sello de aprobación de la farmacopea de los Estados Unidos (USP), ConsumerLab.com o NSF International. Estas organizaciones realizan pruebas de calidad para asegurar que los ingredientes que figuran en la etiqueta están en el frasco y que los productos no contengan niveles perjudiciales de contaminantes. El sello de la NSF indica que el producto cumple con las Buenas Prácticas de Manufactura (BPM), directrices que aseguran que tiene la fuerza, composición, calidad y pureza indicadas en la etiqueta.
El paciente también podrá comprobar con un lote o número de lote, estos números le ayudarán a la compañía a rastrear el producto y a alertar a los consumidores si surge algún problema, esto demuestra que la compañía se hace responsable si hay un retiro del mercado o si un consumidor tiene algún problema.
Los costos de los suplementos pueden sumarse rápidamente, en particular si el paciente necesita tomar varias píldoras para obtener los efectos deseados. Un suministro de glucosamina y condroitina o SAM-e para un mes puede costar 30 dólares aproximadamente. Su reumatólogo o especialista en medicina integral le confirmará si puede comprar el producto para estar seguro de que sea adecuado para el paciente.
El paciente debe estar alerta cuando tome los suplementos, pues si ya ha usado el producto durante varios meses sin tener mejora en las articulaciones es mejor volver con el médico, tal vez podría mejorar o ajustar sus medicamentos para la artritis o intentar otros enfoques como el ejercicio o fisioterapia.