La acumulación de ácido úrico en las articulaciones se produce a lo largo del tiempo, sin embargo, en las fiestas debido a la alta ingesta de carnes, mariscos y alcohol, esto puede desencadenar un ataque de gota en personas predispuestas.
Durante las Navidades, el consumo excesivo de alimentos ricos en purinas, como carnes rojas, mariscos y alcohol, puede desencadenar ataques de gota en personas predispuestas.
Aunque no hay evidencia de que las festividades sean la causa directa, los excesos pueden agravar esta enfermedad crónica.
La gota es una forma común de artritis que provoca ataques repentinos de dolor intenso, hinchazón, enrojecimiento y sensibilidad en las articulaciones, especialmente en el dedo gordo del pie.
Estos episodios pueden ocurrir de manera súbita, a menudo despertando a la persona en medio de la noche con una sensación de ardor en la articulación afectada, que se vuelve tan sensible que incluso el contacto de las sábanas resulta doloroso.
Estos son los síntomas más frecuentes:
Dolor articular intenso, especialmente en el pie, pero también puede afectar tobillos, rodillas, codos, muñecas o dedos. El dolor persiste entre 4 a 12 horas.
Molestia persistente en la articulación afectada, que puede durar días o semanas.
Inflamación y enrojecimiento, acompañados de sensación de calor o quemazón.
Limitación de la movilidad, que puede empeorar con el tiempo y llevar a la pérdida de movilidad en la articulación afectada.
El ácido úrico y sus efectos en el organismo
El ácido úrico es el principal responsable de la gota. Se forma cuando el cuerpo descompone las purinas, compuestos presentes en alimentos como la carne roja, los mariscos y las bebidas alcohólicas.
En condiciones normales, el ácido úrico se disuelve en la sangre y es excretado por los riñones. Sin embargo, cuando el cuerpo produce demasiado ácido úrico o los riñones no lo eliminan adecuadamente, se forman cristales de urato, los cuales se depositan en las articulaciones, causando inflamación, dolor y rigidez.
Según los expertos, la enfermedad se desarrolla a lo largo del tiempo, debido a la acumulación progresiva de ácido úrico. Sin embargo, las comidas hipercalóricas y el abuso de alcohol pueden ser un desencadenante de los brotes agudos.
Causas y factores de riesgo de la gota
El doctor César Díaz Torné, reumatólogo del Hospital Universitari de la Santa Creu i Sant Pau y portavoz de la Sociedad Española de Reumatología, explica que la gota es una enfermedad crónica que se produce debido a la hiperuricemia, o niveles elevados de ácido úrico en sangre. La predisposición genética juega un papel clave en esta condición, pero factores como la obesidad y el sexo masculino también aumentan el riesgo.
Además de las causas genéticas, el consumo excesivo de alimentos ricos en purinas y bebidas alcohólicas puede agravar la enfermedad, especialmente en personas que ya tienen un historial de altos niveles de ácido úrico.
Moderación y control de la dieta
El doctor Díaz insiste en que el problema no es comer o beber durante las celebraciones, sino el abuso de ciertos alimentos y bebidas. La recomendación principal es evitar los excesos, especialmente con carnes rojas, mariscos y alcohol, ya que estos pueden disparar los niveles de ácido úrico y provocar un brote.
La adopción de una dieta saludable, como la mediterránea, rica en vegetales, pescado, legumbres y grasas saludables, es clave para mantener controlados los niveles de ácido úrico. Además, perder peso y mantener un estilo de vida activo son medidas efectivas para prevenir futuros ataques de gota.
De igual forma, es aconsejable aumentar la ingesta de productos beneficiosos como las cerezas, los cítricos, los lácteos desnatados y, lo más importante, mantenerse bien hidratado, bebiendo al menos dos litros de agua al día.
El tratamiento en caso de brote
En el caso de que se produzca un brote de gota, los expertos recomiendan iniciar un tratamiento antiinflamatorio o con corticoides lo más pronto posible.Cuanto antes se inicie el tratamiento, más efectivo será para reducir la inflamación y el dolor.
Los tratamientos con medicamentos como el alopurinol o el febuxostat también pueden ayudar a reducir los niveles de ácido úrico y prevenir futuros brotes si se toman de manera prolongada.
Los pacientes con gota deben estar atentos a los primeros síntomas: dolor intenso y enrojecimiento en las articulaciones. Ignorar estos síntomas o esperar demasiado tiempo para buscar atención médica puede empeorar la condición y aumentar el riesgo de daños a largo plazo.
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