Los pacientes con dermatitis atópica tendrían 30% más de riesgo de desarrollar depresión o ansiedad

El estrés, emoción común en esta población, puede propiciar importantes exacerbaciones de los brotes de la enfermedad.

María Camila Sánchez

    Los pacientes con dermatitis atópica tendrían 30% más de riesgo de desarrollar depresión o ansiedad

    Cuando un paciente es diagnosticado con una enfermedad crónica, por lo general se refiere a otros especialistas dependiendo de la afectación que su condición pueda tener sobre su organismo.

    Este es el caso también de la dermatitis atópica, siendo que existen múltiples enfermedades que derivan de los brotes y la inflamación, incluida la depresión o la ansiedad. 

    Por ello, desde el segundo simposio internacional de dermatitis atópica, la Dra. Isabel Hernández, psicóloga clínica, mencionó que esta enfermedad debe ser atendida desde un aspecto biopsicosocial.

    "Nosotros somos mente y cuerpo. Todo lo que le pasa a nuestro cuerpo, de alguna manera, afecta nuestra mente y viceversa", aclaró. "Una emoción no es un problema, el problema viene siendo cuando se acumula a través del tiempo".

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    Emociones comunes en pacientes con dermatitis atópica

    Es común que los pacientes con dermatitis atópica sientan coraje y frustración dado al estrés que pueden desencadenar los brotes de la enfermedad o una lenta respuesta a los tratamientos. También es frecuente que sientan tristeza, porque la apariencia de la piel les genera vergüenza que, a la larga, va a generar un estigma por el desconocimiento de la naturaleza de la enfermedad.

    Del mismo modo, el estrés es una emoción que se ve con bastante frecuencia en pacientes y en la población general. Sin embargo, si bien no es un causante de la dermatitis, sí puede exacerbar los síntomas, propiciando una mayor severidad y cantidad de brotes.

    "Investigaciones que se han hecho con pacientes de dermatitis dicen, literalmente, que mientras más angustia emocional sienten, han notado que empieza más la incidencia de empezar a rascarse".

    Un riesgo más alto de desarrollar depresión

    De hecho, estudios similares aseguran que un 81% de pacientes presentaron una exacerbación moderada de los síntomas en periodos de estrés.

    "El problema es cuando el estrés se queda pegado, cuando dura semanas o meses, empiezan a surgir otras complicaciones de salud mental como depresión y ansiedad", señaló. "Las personas que tienen dermatitis atópica, tienen un 30% de riesgo de desarrollar condiciones de salud mental como depresión y ansiedad, versus la población general".

    Adicionalmente, mencionó que las personas con enfermedades dermatológicas que producen picazón tienen 10 veces más de desarrollar depresión.

    Y aunque se pueda llegar a confundir, es importante tener en cuenta que la depresión no es lo mismo que la tristeza, pues la tristeza se desencadena tras una situación, pero la depresión en algunas ocasiones no suele tener una causa específica, y es constante. De modo que si un paciente lleva dos semanas o más con tristeza o enojo, insomnio, dificultad para concentrarse, sentimientos de culpa o ideas de muerte, podría estar deprimido.

    Baja autoestima y complicaciones psicológicas

    Una de las principales dificultades que se pueden presentar, es el aislamiento social que es y potencializa la depresión, debido al estigma que existe aún en torno a la enfermedad por causa del desconocimiento.

    "Como la dermatitis se ve, causa vergüenza, muchas veces porque las personas están desinformadas, no saben lo que es la condición, y al no saber juzgan".

    Por otro lado, también se encuentran aquellos pacientes que se ´fusionan´ con la enfermedad. "Al pensar de esa manera y fusionarse, afecta cómo se ven, porque se ven enfermas y eso les va a impedir vivir su vida".

    ¿Cómo pueden hacer frente los pacientes?

    Un factor importante a tener en cuenta, es la necesidad de conocer la enfermedad. La literatura médica señala que, entre más conozca un paciente sobre su condición, más herramientas tiene para manejarla emocionalmente.

    "Mi recomendación es preguntar orientarse", enfatizó. "Lo segundo es hacernos conscientes de cómo está el ciclo de picor y rascado para reducir esa frecuencia".

    Y, por último, adecuar técnicas de relajación que le brinden las herramientas para manejar adecuadamente una situación de estrés.

    "Es una manera no médica de manejar el estrés, porque me oxigena el cerebro, me ayuda con mis latidos del corazón y me va a ayudar a controlar y mantenerme bajo control".

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