Café para los niños, ¿es tan malo como dicen?

La cafeína es una sustancia estimulante para el cerebro que desencadena muchos efectos contraproducentes en la infancia, de manera que su consumo en exceso puede causar nerviosismo, irritabilidad insomnio y taquicardia.

Valentina Diaz Ospina

    Café para los niños, ¿es tan malo como dicen?

    A diferencia de lo que se cree, el café no interfiere con el crecimiento de los niños, pues solo se comporta como un estimulante que los mantiene alerta e incrementa la energía, como en los adultos, sin embargo, los niños son más propensos a padecer consecuencias como:

    Las caries

    La acidez de la cafeína puede debilitar y disminuir el esmalte dental, promoviendo la aparición de caries en los dientes de los niños. Esto se debe a que, tras la aparición de los dientes permanentes, el esmalte requiere de años para endurecerse definitivamente.

    Deshidratación

    Los expertos han relacionado la cafeína con un aumento directamente proporcional con la producción de orina, sin embargo aún no se tiene claro que la cantidad de cafeína presente en bebidas gaseosas y demás productos de consumo infantil suponen una deshidratación. Sin embargo, sí es importante evitar darles bebidas con cafeína cuando los niños necesitan reponer líquidos en el organismo.

    Disminución del apetito

    Los productos con cafeína por lo general contienen calorías que no proporcionan nutrientes a los niños, sin embargo, aportan a la sensación de llenura. En las etapas de crecimiento, para el cuerpo es necesario tener una dieta balanceada que incluya proteínas, cereales integrales, frutas y verduras, además se recomienda eliminar el consumo de alimentos que aporten calorías vacías pero que impactan en el peso de los niños y en una alimentación inadecuada.

    Hiperactividad

    El estado de alerta que genera el café en el cuerpo de los niños, repercute directamente en la hiperactividad, inquietud e incapacidad para concentrarse en realizar una tarea en específico.

    Se conoce que el café es fuente de energía, sin embargo, a través de una dieta balanceada los niños son capaces de producir la energía que necesitan, de manera que un estímulo energético adicional puede desencadenar problemas en su conducta.

    Insomnio

    Entre los 5 y los 12 años de edad, los niños requieren dormir por lo menos 11 horas al día. Ahora bien, el consumo de café puede contribuir a alteraciones y pérdida del sueño durante las noches.

    Los expertos recomiendan el agua y los jugos naturales con una moderada cantidad de angustia, como principal opción para hidratar a los niños, además de que aportan nutrientes importantes para su organismo y les brindará energía.

    Fuente consultada: CMujer

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