Especialista destaca avances en medicina personalizada que mejoran significativamente la sobrevida y calidad de vida de pacientes con enfermedad avanzada
Durante la 54ta convención anual de la Asociación de Hematología y Oncología Médica de Puerto Rico (AHOMPR), celebrada bajo el lema "Beyond the Boundaries in Oncology – Transforming Cancer Care 2025", especialistas enfatizaron los importantes avances en el tratamiento del cáncer de pulmón, particularmente mediante el uso de terapias dirigidas basadas en el perfil genético de cada tumor.
La doctora Adelba Torres, hematóloga-oncóloga y subdirectora del Centro de Cáncer del Hospital Auxilio Mutuo, explicó en conversación exclusiva con la revista Medicina y Salud Pública cómo la identificación de mutaciones genéticas específicas ha revolucionado el manejo de esta enfermedad, que representa la causa número uno de muerte por cáncer entre hombres y mujeres.
Aunque el tabaquismo sigue siendo el principal factor de riesgo, cada vez más pacientes que nunca han fumado están siendo diagnosticados con cáncer de pulmón.
"Hay muchísimos pacientes que tienen cáncer de pulmón que nunca han fumado en su vida", señaló la doctora Torres, destacando que la causa está relacionada con diversas mutaciones genéticas.
Estas mutaciones son especialmente prevalentes en el adenocarcinoma de pulmón y afectan con mayor frecuencia a mujeres jóvenes sin historial de tabaquismo.
Entre las mutaciones más comunes se encuentra el EGFR, un biomarcador que ha abierto las puertas a tratamientos altamente efectivos. Según la especialista, identificar estos biomarcadores mediante la secuenciación del ADN del tumor es ahora parte fundamental del protocolo de diagnóstico.
"Tratar un paciente de cáncer de pulmón sin estas pruebas realmente cambia totalmente el manejo", enfatizó Torres. "Si identificamos una de estas mutaciones, podemos dirigir el tratamiento directamente al causante del problema".
Los tratamientos dirigidos han demostrado resultados notables incluso en pacientes con enfermedad muy avanzada. Pacientes que al momento del diagnóstico ya presentan metástasis en múltiples órganos pueden experimentar mejorías significativas con estas terapias.
"Los resultados son increíbles", afirmó la doctora Torres. "Con el tratamiento, el paciente mejora muchísimo, disminuimos el volumen de enfermedad, paramos la progresión y definitivamente cambia la sobrevida".
Los inhibidores de tirosina quinasa (TKI) de nueva generación representan otro avance importante. Estos medicamentos de segunda y tercera generación pueden superar los mecanismos de resistencia que eventualmente desarrollan las células tumorales.
"Estas células malignas son inteligentes y van creando mecanismos de resistencia", explicó la especialista. "Los nuevos TKI van en contra de este mecanismo que causa que el tratamiento que fue muy efectivo por mucho tiempo ya no dé los mejores resultados".
La doctora Torres enfatizó la necesidad de realizar biopsias adicionales cuando la enfermedad progresa, ya que pueden aparecer nuevas mutaciones con el tiempo. Además, las "biopsias líquidas" —análisis de sangre— permiten identificar biomarcadores de forma rápida y menos invasiva.
"A veces es molestoso, pero es de suma importancia realizar biopsias cuando un paciente progresa, porque podemos tener más información", explicó. "Al principio no identificamos una terapia dirigida, pero con el tiempo sí podemos identificar una que nos cambia totalmente el manejo".
Los estudios clínicos actuales exploran combinaciones de medicamentos que ofrecen resultados aún más prometedores. La quimioterapia combinada con inmunoterapia, y los TKI combinados con inmunoterapia para tumores EGFR, representan las líneas de investigación más avanzadas.
"Entendemos que estas combinaciones de medicamentos eventualmente nos van a dar mejores resultados, más tiempo libre de progresión de enfermedad y vamos a seguir mejorando la sobrevida", proyectó Torres.
La especialista concluyó con un mensaje alentador para los pacientes recién diagnosticados: "A pesar de que tengan una enfermedad avanzada, no guinden los guantes. Vayan a su oncólogo, escuchen la importancia de hacerse diferentes pruebas. Los resultados hoy día son grandiosos y realmente pueden vivir en tratamiento con buena calidad de vida y por muchos años más".
El cáncer de pulmón, que antes representaba un diagnóstico devastador, se ha transformado gracias a estos avances en una condición crónica manejable, donde la medicina personalizada ofrece a los pacientes no solo más años de vida, sino también mejor calidad de vida durante el tratamiento.