Los factores que se han asociado a tener un riesgo mayor de desarrollar este tipo de malignidad han sido la exposición al cigarrillo y otros productos del tabaco, el alcohol, y masticar nuez de betel.
Diana Castañeda
Agencia Latina de Noticias de Medicina y Salud Pública
La orofaringe es el área anatómica en el tracto aerodigestivo superior del ser humano compuesta de las amígdalas, el paladar blando y la parte posterior de la lengua. Una de sus funciones es el proceso de tragado, y la producción de sonido en la protección de la vía aérea. A su vez, es un área de concentración de tejido linfático que pudiese tener una función como parte de nuestro sistema inmunológico.
El doctor Yamil E. Castillo Beauchamp, cirujano de cabeza y cuello, del Hospital del Centro Comprensivo de Cáncer, aduce en su artículo reportado para la Revista Medicina y Salud Pública (MSP) que, como en muchas otras partes del cuerpo y del tracto aerodigestivo, existen riesgos de desarrollar distintos tipos de cáncer en la orofaringe, el más común es el carcinoma escamoso.
“Los factores que se han asociado a tener un riesgo mayor de desarrollar este tipo de malignidad han sido la exposición al cigarrillo y otros productos del tabaco, el alcohol, y masticar nuez de betel. Recientemente también se ha identificado el virus del papiloma humano como otro factor importante en el desarrollo del cáncer orofaríngeo”, explicó.
En el escrito exclusivo para este medio, el galeno hace referencia en que, históricamente el cáncer de orofaringe ha sido uno de los cánceres con más impacto negativo en los pacientes que lo padecen.
Este impacto negativo no solo se ha visto en términos del pronóstico y expectativa de vida; también se aprecia en términos de la calidad de vida, ya que estos tumores malignos crecen en las áreas de nuestro cuerpo con funciones tan esenciales como la comunicación, la respiración y la alimentación.
Las terapias que usualmente se utilizan para librar a los pacientes de esta enfermedad (la cirugía, la quimioterapia, y la radiación), también pueden tener efectos secundarios que muchas veces afectan la calidad de vida de manera prolongada.
Para el cirujano, otra de las diferencias importantes observadas con el cáncer de orofaringe es que los pacientes con tumores asociados al VPH tienden a responder mejor a la terapia oncológica que los pacientes con el cáncer causado por el cigarrillo.
“Esto podría deberse a que con el cigarrillo hay una acumulación de más mutaciones genéticas y más disrupciones a los controles celulares que protegen contra el desarrollo del cáncer”, relata.
Además, argumenta que esto también se puede deber a que los pacientes con cánceres relacionados al VPH tienden a ser más jóvenes, con menos enfermedades comórbidas y con un sistema inmunológico más robusto. En todo caso, la terapia disponible actualmente es capaz de curar a la mayoría de los pacientes con cáncer de orofaringe asociado al VPH, incluso aquellos con enfermedad avanzada. La terapia estándar multimodal de quimioterapia y radiación ofrece una posibilidad de cura en más del 90% de los pacientes.
El desarrollo de técnicas quirúrgicas nuevas como la cirugía robótica ha permitido obtener resultados curativos en pacientes limitando los efectos secundarios de la terapia y, en ocasiones, evitando la necesidad de terapias adicionales.
El éxito de la terapia ha sido tan marcado que existen estudios nuevos en donde se está considerando disminuir la dosis y la intensidad de las terapias para saber si se logra obtener los mismos resultados curativos sin los efectos secundarios sufridos en el pasado.
Esto último resulta alentador, pero es importante entender que, pese de los resultados exitosos en el tratamiento de carcinoma de orofaringe asociado el VPH, todavía sigue siendo una enfermedad que deja una triste huella en los pacientes.
“Someterse al tratamiento para esta condición significa exponerse a los efectos secundarios de quimioterapia y radiación dado durante 6 a 8 semanas o someterse a intervenciones quirúrgicas que pudiesen afectar negativamente la calidad de vida a corto y a largo plazo”, argumenta el cirujano en su artículo redactado para la revista impresa de MSP.