Data del Registro Central de Cáncer, revela que el cáncer de mama tiene una incidencia del 28,9 %. Convirtiéndose así en la causa primordial de muertes para las mujeres.
En el marco del pasado foro de la Lucha contra el Cáncer de Seno, consolidado por la Revista de Medicina y Salud Pública, la licenciada Nicole Rivera Torres, Nutricionista y Dietista, fue puntual a la hora de hablar de la asociación entre nutrición y este carcinoma que es el más común en mujeres de todo el mundo.
La experta asegura que es importante considerar la alimentación como un factor preventivo. Sin embargo, se han presentado casos en los que personas que han sobrevivido a este mal, tienden a reincidir en el mal manejo de las dietas establecidas por los especialistas: “consideren qué hacer antes, durante y después del proceso. Tener ese contacto con el nutricionista dietista que le pueda ayudar en ese proceso es importante”.
Efectos secundarios del tratamiento
Durante el tratamiento se pueden presentar una serie de efectos secundarios adyacentes con el proceso, hablamos directamente de las dificultades que se presentan con la ingesta de alimentos, la presencia de náuseas, vómitos, diarrea, mucositis, inflamación de la boca, debilidad: “múltiples cosas que pueden ocurrir que afectan el consumo del alimento, y lo que se necesita es que el paciente esté fuerte para sobrellevar el proceso”, agrega.
Esto es vital porque en muchos casos, la quimioterapia tiende a dejar como resultado una serie de afectaciones que debilitan al organismo. Para nadie es un secreto que estos tratamientos traen consigo unas consecuencias en las que el cuerpo queda indispuesto y débil.
Alimentos recomendados durante el proceso
Lo recomendable para que el paciente se mantenga en condiciones de sobrellevar el cáncer, consiste en “la ingesta de frutas, vegetales, alimentos altos en fibra, carnes blancas como pollo, pavo, pescado, incluso proteína en base de plantas como los granos tienden a ser muy buenos porque son ricos en componentes antiinflamatorios, fitoquímicos, y fibra”, agrega. “Esto beneficia al cuerpo para estar en un estado que le permita poder contrarrestar esa inflamación que se tiene generalizada”.
Azúcares, ¿bueno o malo?
Este es un tema de debate entre los mismos especialistas, entre la población se hacen estimaciones y se llega a los mitos, pero se debe considerar que el cuerpo se encuentra en un estado catabólico, es decir, está quemando más calorías de lo que hubiese hecho sin el cáncer.
“El azúcar viene siendo la fuente principal de energía del cuerpo (carbohidratos). Normalmente estos vienen de diferentes formas: hay unos complejos y otros que vienen menos complejos”, explica.
Azúcares naturales
Los azúcares provenientes de las plantas, frutas, vegetales, o productos integrales, tienen un poco más de beneficios que los que son más refinados, pero en efecto hay momentos en los que el paciente puede consumir un dulce, un jugo, y esto es individualizado por el nutricionista: “los estudios realmente no han determinado que sea o no bueno”, señala.
Ahora bien, hay alimentos que son proinflamatorios como los ricos en grasas saturadas, y ultraprocesados. Estos pueden producir dificultad para el manejo del cáncer.
Quema de calorías
Los tratamientos como la quimioterapia demandan un desgaste del cuerpo como reacción a los medicamentos que son aplicados durante el proceso, frente a este escenario el organismo aumenta su consumo de energía quemando grasas, y como efecto de reacción el paciente experimenta la pérdida de cabello, de peso, músculo, entre otras cosas.
Ante este escenario, la experta explica que: “A veces pensamos, mira rebajé, pero realmente, uno además de perder grasa, pierde músculo, hueso, agua; cosas que quiere proteger”.
Es decir que durante el manejo del cáncer, la importancia recae en la optimización del consumo de alimentos para tratar de contrarrestar un poco esa pérdida que el proceso del organismo va a conllevar.
El uso de suplementos
Los especialistas coinciden en que algún suplemento, o una pastilla que pueda ayudar durante el cáncer no existe, lo realmente importante es identificar cualquier deficiencia: si hay deficiencia de hierro, de algún mineral en particular, para poder intervenir con suplementos.
Sin embargo, ya hemos hablado de las variables y dificultades que se pueden presentar, ante ese escenario en el mercado se consiguen algunos suplementos líquidos como el suero, los cuales tienden a ser favorables porque son más fáciles de consumir.
“Las calorías líquidas son más fáciles de consumir cuando tengo menos apetito, cuando me molesta la boca, cuando quizás no puedo masticar muy bien. Esos líquidos son los que tienden a ayudar y ser favorables en ese aspecto, pero si logro hacer un puré casero, una batida casera, que tenga varios elementos, que tenga proteína, puede ser similar a lo que se consigue en el mercado”, concluye la nutricionista.
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