Un nuevo tipo de biomarcadores mejora la sensibilidad de las biopsias líquidas para localizar tumores que son más tratables.
La mayoría de veces el reto principal en la lucha contra el cáncer es la detección temprana, ya que cuando un tumor está localizado solamente en un órgano, las probabilidades de sobrevivir a largo plazo son mayores. Sin embargo, existen múltiples retos en materia de salud que impiden que los pacientes sean diagnosticados con tumores de estadios iniciales.
Biopsias líquidas para la detección de tumores malignos
Sobre ello, se están desarrollando en el mundo alternativas como las biopsias líquidas, un tipo de análisis de sangre que permite detectar el ADN liberado al torrente sanguíneo por tumores aún indetectables.
Aunque estas pruebas solo logran una sensibilidad del 10 % en la fase más temprana del cáncer, hay tumores cerebrales que escapan a estos exámenes. Además de eso, existen algunos tipos de cáncer que no liberan niveles de ADN detectables.
Un estudio reciente estimó que 12 tipos de tumores producen una señal adecuada, pero dejan fuera del alcance de estas pruebas, 30 de los más frecuentes que producen el 50 % de los casos y un tercio de las muertes por cáncer a nivel mundial.
Nuevo tipo de biomarcadores mejora la sensibilidad de las biopsias líquidas
Por ende, los resultados de un estudio en el que se prueba el potencial de un nuevo tipo de biomarcadores, podría mejorar la posibilidad de que se detecte en una fase temprana varios tipos de cáncer con un análisis de sangre o de orina.
De acuerdo con los autores del estudio publicado en la revista PNAS, los biomarcadores mejoran la sensibilidad de las biopsias líquidas para localizar tumores cuando son más tratables.
Para llegar a esa conclusión utilizaron muestras de orina y plasma sanguíneo de 1.260 voluntarios y en ellas se analizaron los niveles de glucosaminoglucanos, unas moléculas que pueden relacionarse con la presencia de 14 tipos de cáncer.
Según explican los investigadores, este método logró elevar la sensibilidad a los tumores en su primera fase del anterior 10 % hasta el 62 %. Además, permitió predecir la localización de los tumores con una precisión del 89 %.
Otro de los factores que se destacan en el artículo del nuevo método es que costaría alrededor de 50 dólares por prueba, que es entre 5 y 10 veces menor que los que buscan ADN del tumor circulando en la sangre, como hacen ahora las biopsias líquidas.
Necesidad de mayores estudios
Al respecto, Francesco Gatto, investigador del Instituto Karolinska y autor principal del estudio, explicó que aún faltan procesos para que este tipo de pruebas lleguen a la práctica médica habitual.
“El próximo paso es confirmar en una muestra de más de 10.000 participantes para ver el entorno en el que tendría más sentido utilizarlo, y antes de ser aprobado para la detección de muchos tipos de cáncer serían necesarios estudios mayores, con 100.000 participantes”, apuntó.
La prueba sería más efectiva en personas con riesgo de cáncer
Asimismo, el investigador cree que este tipo de prueba tendría más sentido en personas “con un riesgo elevado de cáncer, alguien que tiene más de 55 años o con una historia familiar de cáncer”.
También indicó que este análisis puede combinarse con los que buscan ADN. “La misma muestra de sangre podría utilizarse para testar glucosaminoglucanos y marcadores genómicos. La capacidad combinada podría ser suficiente para convertirse en un sistema único de cribado”.
Si estas biopsias llegan a cumplir con su objetivo, los autores del estudio creen que se podría reducir la mortalidad por cáncer en hasta un 15 %, basado en un estudio elaborado por un equipo de la compañía Grail, que también desarrolla este tipo de pruebas.
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