La inmunoterapia ha elevado la tasa de sobrevida en leucemia pediátrica de menos del 50 % en los años 60 y 70 a más del 90 % en la actualidad.
En el marco del Segundo Congreso sobre Inmunología del Cáncer e Inmunoterapias, celebrado en el Recinto de la Universidad de Puerto Rico en Humacao, se presentaron diversos avances en el campo oncológico. Uno de los ejes centrales fue la oncología pediátrica y su vinculación con el desarrollo de nuevas inmunoterapias.
Durante su intervención, la Dra. Rocío K. Rivera-Valentín, hematóloga-oncóloga pediátrica, resaltó el impacto que han tenido estos descubrimientos en la práctica clínica con menores. “Definitivamente han surgido muchos descubrimientos que han podido ser trasladados a la parte pediátrica luego de haber sido probados en adultos, y parte de esto han sido terapias que ya se han acoplado como parte del estándar de tratamiento, por ejemplo, para pacientes con leucemia linfoblástica aguda pediátrica”, afirmó.
De manera complementaria, la especialista enfatizó que la inmunoterapia continúa posicionándose como una herramienta prometedora para tratar distintos tipos de cáncer pediátrico, con aplicaciones que ya superan el ámbito de la leucemia.
“Definitivamente hay mucha oportunidad para hacer nuevos descubrimientos y avances en el tratamiento de distintos tipos de cáncer pediátrico. Se usa inmunoterapia en leucemia, y también en linfomas, donde se ha incorporado la terapia de CAR-T, que modifica genéticamente células del sistema inmune del paciente para reintroducirlas como tratamiento”, explicó.
En ese contexto, mencionó que las terapias CAR-T tienden a emplearse en casos donde la enfermedad es especialmente resistente y de difícil manejo. Aunque este enfoque ya ha mostrado resultados en leucemias y linfomas, aún existen retos importantes en el abordaje de tumores sólidos pediátricos.
Uno de los ejemplos más críticos, según la experta, es el osteosarcoma infantil, cuya tasa de sobrevida se ha mantenido prácticamente inalterada en las últimas décadas, pese a los esfuerzos por actualizar los esquemas terapéuticos disponibles.
En ese sentido, la experta ofreció una explicación detallada sobre el osteosarcoma, un tipo de tumor óseo que suele presentarse en distintas partes del cuerpo, como brazos y rodillas, y que afecta principalmente a niños y adultos jóvenes.
“Hay dos picos de incidencia: lo vemos más en adolescentes que están creciendo, pero también en adultos mayores. Se asocia a ese hueso que se está volviendo a recomponer, como quien dice, se está formando de nuevo”, indicó.
En cuanto al pronóstico, advirtió que aún persisten importantes desafíos clínicos. “En el osteosarcoma, lamentablemente, los pacientes tienen una sobrevida aproximadamente del 65 al 70 % si la enfermedad está localizada. Ya si el osteosarcoma está difuso, tiene enfermedad metastásica, la sobrevida es menos del 20 %, y esto no ha cambiado”, añade.
Además del impacto de estas cifras, los pacientes enfrentan tratamientos altamente invasivos, que incluyen cirugías complejas como amputaciones o reconstrucciones de extremidades, así como regímenes de quimioterapia intensiva. Estas terapias pueden generar efectos adversos tanto a corto como a largo plazo, como enfermedades cardiovasculares, diabetes, hipertensión y alteraciones en el desarrollo neurocognitivo.
Frente al panorama desafiante del osteosarcoma y otros tumores sólidos, la inmunoterapia representa una vía esperanzadora. Sin embargo, su aplicación todavía enfrenta múltiples barreras, especialmente en lo que respecta al comportamiento inmunológico dentro del microambiente tumoral.
La experta explicó que uno de los principales retos es entender cómo se comportan las células inmunes en torno a estos tumores, ya que muchas veces permanecen inactivas o no logran una respuesta efectiva.
“Es una esperanza definitiva. Tenemos que aprender un poquito más de cómo estos tumores se comportan. Una parte bien difícil ha sido tratar de entender cómo las células del sistema inmunológico están dentro del tumor sólido y cómo podemos acceder a eso, porque es como un compartimiento protegido... En los años 60 o 70, la sobrevida para pacientes con leucemia era menos del 50 %. Ahora, más del 90 % de los pacientes con leucemia sobreviven”, destacó.
No obstante, advirtió que este nivel de progreso no se ha replicado en tumores sólidos, que, si bien menos frecuentes en población pediátrica, aún carecen de suficientes avances clínicos y científicos.
Por otro lado, la especialista destacó la importancia de comprender las particularidades del cáncer pediátrico en Puerto Rico.
“Cuando llegamos al Centro Comprensivo en 2023, nuestro laboratorio quiso hacer un análisis de por qué el cáncer estaba afectando a los niños en Puerto Rico, y sí vemos que en los últimos diez años hemos tenido muchos pacientes pediátricos con cáncer. Los tipos que vemos en Puerto Rico son distintos a los más prevalentes en Estados Unidos”, explicó.
Aunque las leucemias siguen siendo el diagnóstico más común en ambos contextos, en la isla se observa una mayor incidencia de melanomas y tumores epiteliales, como los de tiroides o glándulas adrenales. En contraste, en Estados Unidos predominan los tumores cerebrales y los linfomas.
Estas diferencias han impulsado nuevas líneas de investigación sobre el impacto del ambiente, la alimentación y la genética en la aparición y evolución del cáncer. Además, se busca entender por qué ciertos tratamientos efectivos en otras poblaciones no generan los mismos resultados en pacientes locales.
A su vez, la especialista destacó que el laboratorio en el que trabaja tiene un enfoque integral, orientado a estudiar tanto factores genéticos como ambientales asociados al cáncer pediátrico en Puerto Rico. Uno de los principales intereses es analizar cómo la herencia genética producto de la mezcla entre raíces taínas, africanas y españolas puede influir en la predisposición a ciertos tipos de tumores y en la respuesta a los tratamientos existentes.
También investigan el impacto de la exposición a tóxicos ambientales, tanto durante el embarazo como en la infancia, y cómo estas condiciones podrían estar relacionadas con la aparición de cáncer en etapas tempranas de la vida.
“Cada día salen nuevos avances en la inmunoterapia, y es un gran momento para evidenciar todo lo que está pasando. Esta nueva terapia con anticuerpos para diagnósticos de leucemia ha cambiado la forma en que vemos y tratamos esta enfermedad. Inicialmente se usaba en pacientes con recaída, pero ha sido tan eficiente que ahora se incorpora en la primera línea de tratamiento”, afirmó.
La especialista se refirió al acceso a las nuevas terapias en Puerto Rico. Indicó que, si bien algunos tratamientos inmunológicos están disponibles en la isla, su implementación aún presenta limitaciones, especialmente en población pediátrica.
“Ahora mismo, por ejemplo, esta terapia que le comparto, que se llama blinatumomab, está disponible en Puerto Rico. Sin embargo, otras terapias que involucran modificar el sistema inmune del paciente, como la CAR-T Cell Therapy, están disponibles, pero por ahora solo para adultos”, explicó.
Este tipo de tratamiento está siendo liderado por el Dr. Cristian Rodríguez en el Hospital Auxilio Mutuo, y aunque representa un avance importante, todavía es necesario ampliar su alcance. “Yo espero que en el futuro cercano podamos también incorporar a nuestros pacientes pediátricos, porque si ellos se benefician de esta terapia, en este momento tienen que ir a Estados Unidos a recibirla”, añadió.