Se confirmaría riesgo alto de carcinoma hepatocelular que enfrentan los pacientes con cirrosis que se han curado del Virus de la Hepatitis C
El equipo investigador identificó la probabilidad, en promedio de Carcinoma Hepatocelular (CHC), en pacientes con cirrosis fue 410 veces mayor que el equivalente en la población general sana.
"Un aspecto central de esto es garantizar que los pacientes con cirrosis curados comprendan el riesgo de CHC y reciban la vigilancia adecuada", agregan.
Con este estudio se espera lograr que los médicos logren identificar y comunicar información sobre el riesgo que tienen aquellos pacientes remitidos de cirrosis por Virus de Hepatitis C (VHC), y así mismo fomentar una detección periódica de Carcinoma Hepatocelular (CHC).
"A medida que se acerca la perspectiva de la eliminación del Virus de Hepatitis C, un desafío clave para la comunidad clínica es el manejo de aquellos que se curan del VHC, pero tienen un riesgo residual de HCC", escribe el Dr. Hamish Innes, PhD, de Public Health Scotland, Glasgow, Reino Unido.
Es importante resaltar que esta falta de información actualmente es un gran reto médico y así mismo la adherencia de los pacientes al tratamiento, puesto que, “la mayoría de los pacientes con cirrosis no se adhieren a las pautas de detección del CHC", sostuvo Nina Beri, MD, oncóloga médica del Centro Oncológico Perlmutter de la NYU en la ciudad de Nueva York.
Dentro de los hallazgos está el factor de promover la aceptación de las pruebas de detección; el Dr. Innes y sus colegas compararon la probabilidad prevista de CHC en 1.803 adultos escoceses (edad media, 50 años; 74 % hombres) con cirrosis y hepatitis C curada.
La probabilidad media prevista de CHC a 3 años en el momento de la respuesta viral sostenida (RVS), determinada mediante el modelo de pronóstico aMAP, fue del 3,64 % (rango, 0,012 % - 36,12 %).
Esto contrasta con una probabilidad de CHC de 3 años en la población general que oscila entre < 0,0001 % y 0,25 % según la demografía.
En un claro ejemplo, la probabilidad pronosticada media a 3 años fue 18 veces mayor en el quintil superior (9,8 %) frente al quintil inferior (0,5 %) de riesgo, hallaron los investigadores.
No se identificaron subgrupos de pacientes que presentaran un perfil de riesgo de CHC similar al de la población general, como era su esperanza al iniciar el estudio.
Logrando establecer así que los pacientes con cirrosis, incluso los de menor riesgo, presenta una mayor probabilidad de CHC que la población general, pero había una heterogeneidad considerable de un paciente a otro.
Así pues, esta investigación logra generar una herramienta en línea que permite a los médicos comparar la probabilidad de CHC a 3 años de un paciente con la probabilidad equivalente en la población general; a futuro, se espera que el alcance de la herramienta podría ampliarse incorporando datos de población mundial.
"Nuestra esperanza es que esta herramienta promueva las discusiones médico-paciente sobre el riesgo de CHC y podría mitigar la baja aceptación de las pruebas de detección", escribe el Dr. Innes y sus colegas.
Curar el VHC no elimina el riesgo, por lo que la Dra. Beri reafirmo la importancia de transmitir este riesgo a los pacientes, "también es importante difundir esta información a la comunidad y a las prácticas de atención primaria, particularmente porque es posible que algunos pacientes actualmente no sigan en una clínica especializada en enfermedades hepáticas".
Amit Singal, MD, jefe de hepatología de UT Southwestern Medical Center en Dallas, Texas, también intervino en el estudio y dijo que este estudio destaca que la cirrosis subyacente es "el factor de riesgo más fuerte para el desarrollo de CHC", además destacó la diferencia frente a otros cánceres, como el de mama y el colorrectal, en los que las poblaciones de alto riesgo pueden identificarse mediante información fácilmente disponible, como la edad y el sexo, la implementación de programas de detección de CHC requiere la identificación de pacientes con cirrosis.
"Es de esperar que la disponibilidad de marcadores de fibrosis no invasivos precisos ayude a identificar mejor a los pacientes con cirrosis en el futuro", concluyo Singal, "aunque nosotros, como hepatólogos, debemos trabajar en estrecha colaboración con nuestros colegas de atención primaria para garantizar que estas herramientas se utilicen de forma rutinaria en pacientes con riesgo".
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