Este nuevo fármaco puede suponer la ruptura del paradigma actual en el tratamiento del glioblastoma.
En una investigación dirigida por doctor Joan Seoane, oncólogo y codirector del Programa de Investigación Preclínica y Traslacional del Vall d'Hebron Instituto de Oncología, VHIO, demostraron eficacia preclínica del nuevo fármaco inmunológico, basado en anticuerpos que es capaz de lograr una regresión en glioblastomas, los tumores cerebrales más frecuentes y agresivos.
“Resultados extraordinarios, en modelo preclínicos de este tipo de tumor, por lo que el nuevo fármaco podría suponer, una ruptura del paradigma actual en el tratamiento de esta enfermedad", confirmo el Dr. Joan Seoane.
Resultados que determinan el futuro
"Este estudio es especialmente importante porque se ha conseguido que una inmunoterapia funcione en el tratamiento del glioblastoma. Si tenemos en cuenta que es el tumor primario de cerebro más común y agresivo, y que hay una gran necesidad de desarrollar nuevos tratamientos contra esta enfermedad, creo que los resultados de este estudio preclínico, que ahora se validarán en un ensayo clínico con pacientes, son muy relevantes", ha subrayado Seoane.
Pese a que la inmunoterapia ha supuesto una revolución en el abordaje del cáncer en los últimos años, aún no tiene la misma eficacia en todos los tumores y actualmente solo una fracción relativamente pequeña de ellos responden a estos tratamientos.
Este estudio preclínico, realizado tanto con modelos "in vitro" como en modelos "in vivo", ha utilizado muestras de pacientes de glioblastoma.
Para conseguir superar este reto, el equipo del VHIO desarrollo anticuerpos biespecíficos que ayudan a reclutar las células inmunes (Células T) para que destruyan las células tumorales.
¿Qué son anticuerpos biespecíficos?
Los anticuerpos biespecíficos se unen, por un lado, a las células del tumor y, por otro, a las células T para que estas últimas entren en contacto con el tumor y lo eliminen.
Para el desarrollo de estos anticuerpos es necesario poder contar con dianas específicas de las células T, que hagan que estos anticuerpos se unan solo a las células tumorales y no provoquen que el sistema inmunitario acabe atacando también las células sanas.
"En el caso concreto del glioblastoma existe una mutación del gen EGFR, la conocida como variante III, que es específica y concreta de este tipo de tumor y que no está compartida por ninguna célula sana. Esto la convierte en una diana ideal para el desarrollo de terapias dirigidas, aunque solo está presente en un 25 % de los glioblastomas", ha detallado el Dr. Seoane.
Ensayo clínico fase I, implementación
Los buenos resultados logrados en la fase de validación preclínica de este fármaco han servido para que se ponga en marcha un ensayo clínico fase I que ya está reclutando pacientes.
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