Variaciones en la dieta, alimentación perjudicial, además del aumento en consumo de alcohol entre otros factores, aumentan el riesgo de cáncer temprano.
El cáncer es la segunda causa de muerte en todo el mundo, precedida por las enfermedades cardiovasculares, en muchos casos, se presenta en personas de edad media o edad avanzada, a partir de los 50 años, pero actualmente este panorama está cambiando, pues son más jóvenes quiénes están desarrollando condiciones oncológicas.
El aumento significativo son cánceres digestivos
Un equipo internacional de científicos, desarrollo un meta-análisis con el fin de determinar las causas que están detrás de este fenómeno; publicado en el medio especializado Clinical Ontology.
En primer lugar, lo tomaron 14 tipos de cáncer cuya incidencia ha venido aumentando en los adultos de menos de 50 años de edad:
Cáncer de mama
Cáncer colorrectal
Cáncer endometrial
Cncer esofagal
Cáncer de cabeza y cuello
Cáncer de riñón
Mieloma múltiple
Cáncer de páncreas
Cáncer de próstata
Cáncer de estómago
Cáncer de tiroides
Esto fue gracias al análisis de estudios acerca de los posibles factores de riesgo de estos cánceres, además de literatura que describía las características clínicas y biológicas de cánceres de aparición tanto tardía como temprana.
Con esta metodología, concluyeron que, en parte, el aumento de cánceres tempranos se debía nada más y nada menos que a una mejor detección, que permite que tumores que previamente pasaban desapercibidos ahora no lo hagan. Sin embargo, también creen que puede haber otras razones.
Dieta, tabaco y cambios reproductivos
A esto se suma que encontraron este aumento en los cánceres de aparición temprana se correlacionan con la expansión de determinadas tendencias relacionadas con el estilo de vida, la dieta o el ambiente.
Especialmente, si tenemos en cuenta que estos cambios comenzaron a producirse a mediados del siglo XX y que la evidencia sugiere que existen intervalos de varias décadas entre el daño celular inicial del cáncer y la detección del tumor.
Algunos de estos factores incluirían:
La popularización de dietas más occidentalizadas, es decir, aquellas altas en grasas saturadas, carne roja, carne procesada, azúcar y alimentos ultraprocesados y bajas en frutas, verduras, cereales integrales y fibra.
Incremento de la alimentación de neonatos con leche de fórmula, en detrimento de la leche materna.
Se suman:
Aumento en el consumo de alcohol.
Exposición al humo del tabaco.
Reducción del tiempo de descanso en los niños por factores como las luces brillantes durante la noche.
Aumento del trabajo nocturno, que a su vez aumenta la incidencia de factores de riesgo bien documentados como la diabetes o la obesidad.
Cambios reproductivos, como una reducción en la edad de la primera menstruación, un menor número de nacimientos, un aumento de la edad en el primer parto y en el último, y un aumento en el uso de los anticonceptivos orales.
Generalización de la inactividad física y de los estilos de vida sedentarios.
Incremento en la incidencia de la diabetes de tipo II.
Por otra parte, los autores añaden que ocho de los 14 tipos de cáncer estudiados se relacionan con el sistema digestivo, lo que podría resultar indicativo de la importancia de la microbiota digestiva en el riesgo de padecer cáncer. Aquí también intervendrían factores como el aumento en el uso de antibióticos, que afectan seriamente a la microbiota.
Fuente consultada aquí.