De acuerdo con la especialista, la pandemia originó que múltiples pacientes no se realizaran la mamografía anual, ya sea por decisión propia o porque no tuvieron accesibilidad en los servicios de salud.
En el mes de concienciación sobre el cáncer de seno, el tipo de cáncer más frecuente en las mujeres de todo el mundo y con una alta prevalencia de detección en el territorio puertorriqueño, la Revista Medicina y Salud Pública dialogó con la Dra. Margarita Bruno, hematóloga oncóloga, quien explicó los principales retos que enfrentan los especialistas al diagnosticar y tratar esta enfermedad.
Diagnóstico temprano aumenta las posibilidades de sobrevida en el cáncer de seno
Sobre la detección temprana, la oncóloga afirmó que pueden llegar mujeres sin ningún tipo de síntoma o masa palpable, y en sus exámenes de imágenes evidenciar resultados de células cancerígenas.
“Mientras más pequeño el tumor y si no hay afectación de los ganglios linfáticos, tenemos una expectativa de mejor pronóstico. Hay otras características del tumor en términos de qué receptores expresa y cuál es el índice de división celular, pero definitivamente queremos ver las mujeres en etapas tempranas”, explicó la especialista.
Sin embargo, existen diferentes obstáculos que impiden que la mayoría de mujeres sean diagnosticadas de forma temprana; uno de ellos es la falta de educación sobre el cáncer de seno, la importancia del autoexamen y la poca accesibilidad a estudios como la mamografía, que se recomienda realizar cada año en mujeres mayores de 40 años.
La pandemia dificultó las pruebas de cernimiento
En Puerto Rico, la pandemia, las emergencias naturales y los recientes huracanes han dificultado que algunas mujeres acudan de forma rutinaria a realizarse sus exámenes de seno.
Al respecto, la Dra. Bruno afirmó que, “hemos notado que en estos años con la pandemia, nos han llegado mujeres que saltaron la prueba de cernimiento por dos o tres años y están llegando con etapas más avanzadas o tumores más grandes, porque no salieron de su casa o porque los servicios no estuvieron tan accesibles”.
Cabe mencionar que entre más temprano una mujer sea detectada con cáncer de seno, mayores serán sus posibilidades de sobrevida. Esta condición no se puede prevenir, pero sí diagnosticar y tratar a tiempo.
“Queremos tener a las pacientes hasta cuando no han desarrollado ni siquiera una lesión invasiva, cuando tienen un cáncer en etapa pre invasiva, que prácticamente es la etapa más temprana, el estadio 0”, explicó la oncóloga. En esos casos, el tratamiento principalmente es quirúrgico, con radioterapia y algún medicamento oral indicado.
Retos del tratamiento y diagnóstico en mujeres jóvenes y adultas
De acuerdo con la Dra. Bruno, el riesgo de padecer cáncer de seno aumenta con la edad, sin embargo, le puede suceder a cualquier persona. “A veces preocupa porque nos llegan algunas mujeres jóvenes con mastitis, se puede confundir con el cáncer y las pacientes pueden quedarse solamente con tratamientos antibióticos”.
Además explicó: “hemos tenido pacientes menores de 20 años diagnosticadas y esto presenta otros retos porque son mujeres que tal vez no han tenido hijos y consideran los riesgos de los tratamientos. En algunos casos requiere tomar decisiones difíciles”.
Con relación a las mujeres de edad avanzada, la especialista indicó que tienen en consideración otros factores, ya sean enfermedades crónicas como la diabetes, problemas de función renal o complicaciones asociadas al corazón, por eso brindan un manejo diferencial.
Tipos de cánceres que generan un reto mayor
“Los casos más retantes son tumores que no expresan ninguno de los receptores. Generalmente, esperamos que la mayoría de las personas de mayor edad tengan una enfermedad como receptores de estrógeno y progesterona positivo, que tienden a ser tumores más indolentes”, complementa la Dra. Bruno.
Los cánceres triple-negativos suponen uno de los tipos de tumores más complejos, ya que no expresan ningún receptor y tienden a presentarse en mujeres jóvenes y con mutaciones genéticas.
Finalmente, la especialista enfatizó que las pacientes pueden incluso tener el mismo diagnóstico, pero su tratamiento será diferente, puesto que depende de las características de cada mujer, por eso también recalcó en la importancia de chequearse rutinariamente y evitar que el miedo a los exámenes o a un posible diagnóstico conlleve a desarrollar un cáncer más avanzado y difícil de tratar.
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