Moscas volantes: una afección ocular que puede señalar un desprendimiento de retina

Son percepciones visuales anómalas que se manifiestan como manchas, hilos o telarañas de color negro o gris y que flotan en el campo de visión al mover los ojos.

Mariana Mestizo Hernández

    Moscas volantes: una afección ocular que puede señalar un desprendimiento de retina

    Las moscas volantes o miodesopsias son percepciones visuales anómalas que se manifiestan como manchas, hilos o telarañas de color negro o gris y que flotan en el campo de visión al mover los ojos. Estos fenómenos suelen alejarse al intentar mirarlos directamente. 

    Cambios en el vítreo

    Las causas de las moscas volantes pueden estar vinculadas a cambios relacionados con la edad en el vítreo, así como a otras enfermedades o afecciones como la inflamación ocular, sangrado en el ojo o desgarro de la retina. Dentro del vítreo, se forman grupos dispersos de fibras de colágeno que proyectan sombras diminutas en la retina, dando lugar a lo que se conoce como moscas volantes.

    Síntomas prevalentes

    Los síntomas de las moscas volantes pueden incluir pequeñas formas oscuras o hilos transparentes con nudos que flotan en la visión y se desplazan al mover los ojos. Estas manchas suelen ser más notorias en fondos iluminados de colores lisos, como el cielo azul o una pared blanca. A menudo, estas formas o hilos se asientan y desaparecen con el tiempo.

    Síntomas de alerta

    En caso de experimentar una cantidad significativamente mayor de moscas volantes de lo habitual o la aparición repentina de nuevas, destellos de luz en el mismo ojo afectado, cortina gris en la visión o pérdida de la visión periférica, se recomienda consultar a un médico especialista en ojos de inmediato, ya que estos síntomas podrían estar relacionados con afecciones graves como un desgarro de la retina o un desprendimiento de retina.

    Factores de riesgo

    Los factores de riesgo para desarrollar moscas volantes incluyen:

    • Tener más de 50 años.
    • Miopía.
    • Lesiones oculares.
    • Complicaciones de cirugías de catarata.
    • Retinopatía diabética.
    • Condiciones inflamatorias oculares.

    Diagnóstico

    El diagnóstico de las moscas volantes involucra un examen ocular completo, que incluye la dilatación de las pupilas para examinar la parte posterior de los ojos y el vítreo.

    Tratamientos

    En general, la mayoría de las moscas volantes no requieren tratamiento. Sin embargo, si la causa subyacente es una enfermedad como diabetes o inflamación ocular, esta debe ser tratada. 

    En casos excepcionales donde las moscas volantes afecten gravemente la visión, se pueden considerar opciones de tratamiento como:

    Cirugía para extraer el vítreo: Un oftalmólogo altamente capacitado en cirugía de retina y vítreo realiza una vitrectomía, un procedimiento en el que el vítreo es eliminado a través de una pequeña incisión. Posteriormente, el vítreo es reemplazado por una solución que ayuda a mantener la forma del ojo. 

    Sin embargo, es importante destacar que esta cirugía podría no eliminar la totalidad de las moscas volantes. Además, en algunos casos, nuevas moscas volantes podrían surgir después del procedimiento. Los riesgos asociados con la vitrectomía abarcan posibles complicaciones como infecciones, sangrado y desgarro de la retina.

    Uso de láser para disipar las moscas volantes: Un oftalmólogo especializado en esta técnica emplea un láser específico para apuntar a las moscas volantes presentes en el vítreo, un proceso denominado vitreólisis. Esta intervención puede descomponer las moscas volantes, disminuyendo su notoriedad en el campo visual. 

    Si bien algunas personas reportan una mejora en su visión después de este tratamiento, otras pueden percibir pocas o ninguna diferencia. Es crucial señalar que la terapia con láser conlleva riesgos, entre ellos, posibles daños en la retina si el láser no es apuntado con precisión.

    Fuente consultada aquí.

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