Los métodos comerciales, como pastas o tiras blanqueadoras, ofrecen resultados limitados y pueden dañar el esmalte o irritar las encías si se usan en exceso o sin supervisión profesional.

La creciente demanda de sonrisas más blancas ha convertido al blanqueamiento dental en el tratamiento cosmético odontológico más solicitado en el Reino Unido, superando incluso a las carillas y alineadores invisibles.
Sin embargo, este boom ha generado una preocupación entre los especialistas, quienes alertan sobre los peligros de los productos no regulados que prometen resultados rápidos pero pueden causar daños irreversibles.
Según una encuesta de 2023, el 45% de los adultos británicos desea dientes más blancos, lo que ha impulsado un mercado diverso que va desde pastas dentales hasta kits caseros de eficacia cuestionable.
Uno de los riesgos más significativos reside en los kits de blanqueamiento no regulados disponibles en internet. El dentista especializado en implantes y estética dental, Dr. Nilesh Parmar, señaló que estas fórmulas pueden contener concentraciones extremadamente peligrosas: “algunos kits de blanqueamiento no regulados pueden contener una concentración de agente blanqueador hasta 500 veces mayor al límite legal permitido”.
Este exceso puede tener consecuencias devastadoras para la salud bucal, ya que el experto advirtió que su uso puede provocar:
“Quemaduras, erosión del esmalte y daños irreversibles”. Mientras las autoridades británicas limitan el peróxido de hidrógeno en productos de venta libre a un 0.1%, las investigaciones han detectado geles en línea con concentraciones muy superiores, aumentando el riesgo de sensibilidad extrema y lesiones tisulares.
En el espectro de opciones disponibles, las pastas dentales blanqueadoras se presentan como la alternativa más accesible, aunque su efectividad es limitada. El Dr. Parmar aclaró este punto de manera contundente: “Son el método menos efectivo para blanquear los dientes”.
Su mecanismo de acción se basa en partículas abrasivas que solo remueven manchas superficiales, sin actuar sobre las pigmentaciones internas. Además, el especialista alertó que un uso excesivo puede desgastar el esmalte y exponer la dentina, particularmente si se consumen alimentos ácidos.
Para un uso más seguro, sugirió alternar con una pasta antibacteriana por la noche.
Por su parte, las tiras blanqueadoras ofrecen resultados rápidos pero temporales, con el inconveniente de su diseño estandarizado. El Dr. Parmar explicó que “Si tienes dientes pequeños, podrían estirarse sobre las encías y causar irritación o inflamación”.
Incluso las versiones con PAP, que presentan menor riesgo de sensibilidad, tienen una eficacia limitada comparada con el peróxido tradicional, pues “una dosis alta de peróxido puede blanquear de forma significativa los dientes, pero la misma concentración de PAP no produce el mismo efecto”.
Frente a estos métodos, los kits profesionales personalizados emergen como la opción más segura y efectiva. Disponibles exclusivamente a través de dentistas, estos sistemas utilizan férulas hechas a medida y geles con concentraciones controladas de peróxido de carbamida o hidrógeno.
El Dr. Parmar destacó que “Una de las principales ventajas de una férula personalizada es que el gel se aplica con precisión, evitando el contacto con las encías y maximizando el blanqueamiento”. Para obtener resultados óptimos y duraderos, el especialista recomendó específicamente el “peróxido de carbamida al 16%, aplicado por la noche durante dos semanas, como un método constante, seguro y de larga duración”.
Respecto al blanqueamiento láser en clínica, aunque ofrece resultados inmediatos, conlleva riesgos como la deshidratación dental y un efecto rebote.
El procedimiento utiliza concentraciones de peróxido de hidrógeno entre el 25% y 40%, y el Dr. Parmar señaló el riesgo de “quemaduras o irritación en las encías si el gel se administra de forma incorrecta”. Tras el tratamiento, recomendó hidratación abundante y evitar alimentos ácidos o azucarados durante 36 horas.
El especialista fue enfático al desaconsejar los kits no dentales vendidos en internet o salones de belleza, calificándolos como peligrosos e ilegales. Estos productos suelen contener altas concentraciones de peróxido o compuestos ácidos como el clorito de sodio, que según evidencia publicada en el British Dental Journal puede ablandar los dientes significativamente.
La conclusión del Dr. Parmar fue que solo los tratamientos realizados bajo supervisión profesional garantizan el equilibrio entre seguridad y eficacia, representando cualquier método no regulado un riesgo innecesario para la salud dental de los consumidores.