No existe cantidad segura de consumo de alcohol para el cerebro; incluso el consumo moderado de alcohol afecta negativamente a la estructura y función cerebral.
No existe cantidad segura de consumo de alcohol para el cerebro; incluso el consumo moderado de alcohol afecta negativamente a la estructura y función del cerebro, según estudio británico con más de 25.000 adultos.
"Este es uno de los estudios más grandes sobre el alcohol y la salud del cerebro hasta la fecha", indicó a Medscape la Dra. Anya Topiwala, D. Phil., de Universidad de Oxford, en Oxford, Reino Unido.
"Anteriormente se había afirmado que la relación entre el alcohol y la salud del cerebro tiene forma de J (es decir, pequeñas cantidades protegen), pero lo probamos formalmente y no encontramos que fuera el caso. De hecho, encontramos que cualquier nivel de alcohol se asoció con peor salud cerebral, en comparación con la ausencia de alcohol", agregó la Dra. Topiwala.
Impacto global en el cerebro
Utilizando el UK Biobank, los investigadores evaluaron la salud del cerebro mediante resonancia magnética cerebral estructural y funcional en 25.378 adultos. Los participantes proporcionaron información detallada sobre su consumo de alcohol. La cohorte incluyó 691 personas que nunca habían bebido, 617 exbebedores y 24.069 bebedores actuales.
La ingesta media de alcohol fue de 13,5 unidades (102 g) semanales. Casi la mitad de la muestra (48,2 %) bebía por encima de las pautas actuales de bajo riesgo de Reino Unido (14 unidades, 112 g semanales), pero pocos bebían mucho (> 50 unidades, 400 g semanales).
Después de ajustar todos los posibles factores de confusión conocidos y de realizar múltiples comparaciones, mayor volumen de alcohol semanal consumido se asoció con menor materia gris en "casi todas las áreas del cerebro", dijo la Dra. Topiwala a Medscape Noticias Médicas.
El consumo de alcohol representó hasta el 0,8 % de la variación del volumen de materia gris. "El tamaño del efecto es pequeño, aunque mayor que cualquier otro factor de riesgo modificable. Estos cambios cerebrales se han asociado anteriormente con envejecimiento y peor desempeño en los cambios de memoria y la demencia", destacó la Dra. Topiwala.
También se encontraron asociaciones negativas generalizadas entre el consumo de alcohol y todas las medidas de integridad de la materia blanca que fueron evaluadas. Hubo una asociación positiva significativa entre el consumo de alcohol y la conectividad funcional en estado de reposo.
La presión arterial y el índice de masa corporal más altos "intensificaron" las asociaciones negativas entre el alcohol y la salud cerebral, y el consumo excesivo de alcohol tuvo efectos negativos aditivos en la estructura cerebral más allá del volumen absoluto consumido.
No se encontró evidencia de que el riesgo de daño cerebral asociado con el alcohol difiera según el tipo de alcohol consumido (vino, cerveza o licores).
Una limitación clave del estudio es que la población de estudio del UK Biobank representa una muestra más saludable, mejor educada y menos desfavorecida, y se caracteriza por menor diversidad étnica que la población general. "Al igual que con cualquier estudio observacional, no podemos inferir causalidad de la asociación", señalaron los autores.
Lo que sigue sin estar claro, dicen, es la duración del consumo de alcohol que puede causar un efecto en el cerebro. Puede ser que la vulnerabilidad aumente durante los períodos de la vida en los que ocurren cambios dinámicos del cerebro, como la adolescencia y la vejez.
También señalaron que algunos estudios de personas dependientes del alcohol han sugerido que al menos parte del daño cerebral es reversible con la abstinencia. Se desconoce si eso es cierto para los bebedores moderados.
Con base en sus hallazgos, "no existe dosis segura de alcohol para el cerebro", concluyeron la Dra. Topiwala y sus colaboradores. Asimismo, sugirieron que se revisen las guías clínicas actuales sobre el consumo de alcohol de bajo riesgo para tener en cuenta sus efectos en el cerebro.
Los expertos opinan
Varios expertos comentaron el estudio en un comunicado de la organización sin fines de lucro, UK Science Media Center.
El Dr. Paul Matthews, jefe del Departamento de Ciencias del Cerebro del Imperial College London, señaló que este "informe preliminar cuidadosamente realizado amplía nuestro estudio anterior del UK Dementia Research Institute con un grupo más pequeño de la misma población del UK Biobank que también muestra que incluso el consumo moderado de alcohol está asociado con mayor atrofia del cerebro, al igual que las lesiones en el corazón y el hígado".
El Dr. Matthews señaló que la conclusión de los investigadores de que no existe un umbral seguro por debajo del cual el consumo de alcohol no tenga efectos tóxicos "se hace eco de las nuestras. Nos unimos a ellos para sugerir que es posible que sea necesario revisar las pautas actuales de salud pública sobre el consumo de alcohol".
Rebecca Dewey, Ph. D. investigadora en neuroimagen de Universidad de Nottingham, en Nottingham, Reino Unido, advirtió que "se desconoce el grado en que los cambios muy pequeños en el volumen cerebral pueden ser dañinos".
"Si bien no había un umbral por debajo del cual el consumo de alcohol no causara cambios en el cerebro, puede haber un grado de diferencia en el volumen cerebral que sea irrelevante para la salud del cerebro. No sabemos cómo eran los cerebros de estas personas antes de beber alcohol, así que el cerebro puede haber aprendido a hacer frente y compensar", agregó Dewey.
Sadie Boniface, Ph. D., jefa de investigación del Instituto de Estudios sobre el Alcohol e investigadora visitante en el King's College de Londres, indicó: "Si bien todavía no podemos decir con certeza si existe 'nivel seguro' de alcohol con respecto a la salud del cerebro en este momento, desde hace décadas se sabe que beber en exceso es malo para la salud del cerebro".
"Tampoco debemos olvidar que el alcohol afecta a todas las partes del cuerpo y que existen múltiples riesgos para la salud. Por ejemplo, ya se sabe que no existe 'nivel seguro' de consumo de alcohol para los siete tipos de cáncer causados por el alcohol, como se identificó por los directores médicos de Reino Unido", concluyó Boniface.
El estudio fue apoyado en parte por Wellcome Trust, Li Ka Shing Center for Health Information and Discovery, The National Institutes of Health y UK Medical Research Council. La Dra. Topiwala, Boniface, Dewey y el Dr. Matthews han declarado no tener ningún conflicto de interés económico pertinente.
Fuente: https://www.univadis.es/