El estudio sugiere que el impacto de dolores cervicales es el mismo en casa y la oficina, lo que pudo aumentar los reportes fue el impacto psicológico del trabajo en el hogar.
Los oficinistas que trabajaron desde casa durante la pandemia de Covid-19 declararon una leve disminución en la intensidad del dolor de cuello en comparación con antes de la pandemia, pese a que trabajaron la misma cantidad de horas y realizaron la misma cantidad de descansos que en sus oficinas.
En este estudio, la cantidad de descansos en el trabajo y las horas pasadas frente a un ordenador tuvieron un mayor efecto sobre el dolor cervical y la discapacidad que el lugar de trabajo.
El objetivo de este estudio fue investigar el efecto del trabajo desde casa sobre el dolor de cuello entre los trabajadores de oficina durante la pandemia de COVID-19.
El estudio fue realizado por Andrea M Aegerter, Manja Deforth, Venerina Johnston, Gisela Sjøgaard, Thomas Volken, Hannu Luomajoki, Julia Dratva, Holger Dressel, Oliver Distler, Achim Elfering, Markus Melloh de la Universidad de Ciencias Aplicadas de Zurich.
El resultado primario del dolor de cuello se evaluó con una medida de intensidad y discapacidad. Los resultados secundarios fueron la calidad de la ergonomía de la estación de trabajo, el número de descansos laborales y el tiempo dedicado a trabajar frente a la computadora. Se ajustaron dos modelos lineales de efectos mixtos a los datos para estimar el cambio en los dolores de cuello.
En este sentido, los investigadores concluyeron que no se encontró ningún cambio clínicamente relevante en la intensidad promedio de dolor de cuello y la discapacidad del cuello entre los puntos de tiempo de medición.
Es decir, cada hora de trabajo en la computadora aumentó la intensidad de dolor de cuello en 0,36 puntos, lo que indica una fuerte evidencia de afectación independientemente del lugar en el que se realiza el trabajo.
Lo que sí se pudo establecer es que la ergonomía de la estación de trabajo era más deficiente en el hogar, puesto que no tienen las condiciones dadas en cuando mesas y sillas especialmente diseñadas para las labores de oficina.
El número de pausas laborales y de horas pasadas frente a la computadora parecen tener un mayor efecto en el dolor de cuello que el lugar de trabajo (oficina, en casa), el momento de medición (antes de COVID-19, durante el encierro) o la ergonomía del puesto de trabajo.
Otra conclusión a la que llegaron los investigadores es que se debe profundizar en los efectos de los factores sociales y psicológicos, los cuales podrían tener una importante influencia en los dolores de espalda, cervical y de muñeca que reportan las personas.
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