La esclerosis múltiple y la neuromielitis óptica, no son contraindicaciones para el embarazo. Con una planificación adecuada junto con el neurólogo, es posible tener un embarazo exitoso sin repercusiones en el bebé.
La esclerosis múltiple es una enfermedad crónica y degenerativa del sistema nervioso central, que afecta al cerebro y la médula espinal. Es una enfermedad autoinmune, es decir, el sistema inmune ataca a la mielina, que es la sustancia que protege las fibras nerviosas o neuronas.
La Revista MSP conversó con la destacada neuróloga Rhaisa Castrodad, quien nos habló del embarazo en pacientes con esclerosis múltiple y trastorno de espectro neuromielitis óptica.
"La esclerosis múltiple y la neuromielitis óptica, no son contraindicaciones para el embarazo, con una planificación adecuada junto con el neurólogo, es posible tener un embarazo exitoso sin repercusiones en el bebé. Incluso para aquellas mujeres que puedan estar en silla de ruedas o que tengan alguna otra incapacidad, existen opciones como la cesárea para garantizar un parto seguro", explicó la experta.
La planificación del embarazo es crucial para asegurar la estabilidad de la paciente durante todo el proceso, minimizando el riesgo de recaídas tanto durante el embarazo como en el período posparto. Es fundamental evaluar los tratamientos que puedan ser dañinos para el bebé y considerar alternativas seguras durante este período.
Según la Dra. Rhaisa "hay ciertos tratamientos de esclerosis múltiple, que pueden resultar perjudiciales para el bebé y, por ende, no deben ser empleados durante el embarazo. Por lo tanto, es crucial planificar si existen tratamientos que puedan representar riesgos, considerando alternativas viables durante el periodo previo al parto".
Y añadió que "esto permitirá estabilizar lo más posible a la paciente, reduciendo al mínimo el riesgo de recaída durante el embarazo y asegurando un periodo posparto lo más estable posible. Hasta el momento, no se recomienda ningún tratamiento durante el embarazo. En otras palabras, se recomienda una pausa en el tratamiento, en caso de que el embarazo sea natural".
Es importante mencionar que el riesgo de recaída durante el embarazo es bajo debido a los cambios hormonales, y generalmente no se necesitan tratamientos durante este tiempo. Además, la esclerosis múltiple no se transmite al bebé, por lo que no debería ser una limitación para que una mujer con esta condición tenga un hijo.
"El hecho de tener esclerosis múltiple no implica que el bebé vaya a desarrollarla. El riesgo aumenta mínimamente, de 1.13 a 1.25, si la madre o el padre tienen esclerosis múltiple, pero sigue siendo bastante bajo. Por lo tanto, esto no debería ser una limitación para que la madre decida tener a su bebé", enfatizó la experta.
La enfermedad afecta a las mujeres en una proporción de 3 a 1 en comparación con los hombres, lo que significa que la mayoría de los pacientes son mujeres. Suele diagnosticarse entre los 20 y 50 años de edad, lo que indica que la mayoría de estas pacientes están en su etapa reproductiva. En Puerto Rico, se estima que hay alrededor de 3,000 pacientes, lo que constituye una cifra significativa. Por lo tanto, es crucial abordar este tema en la consulta médica una vez que estas pacientes acudan a la oficina.
En cuanto a la neuromielitis óptica, una condición que afecta principalmente el nervio óptico y el cordón espinal, pero también puede afectar al cerebro. A diferencia de la esclerosis múltiple el manejo del embarazo puede ser más complicado. "El riesgo de aborto aumenta durante el embarazo y el período posparto tiene un mayor riesgo de recaida, por lo que es crucial seguir el tratamiento de manera adecuada si no hay contraindicaciones, para minimizar este riesgo. Algunos medicamentos no causan daños severos al bebé y no son teratogénicos, por lo que pueden continuar con una adecuada planificación", aseguró la Dra. Rhaisa.
La neuromielitis óptica implica que el paciente, en cierto sentido, experimentará una pérdida gradual. No es una condición que se caracterice por ser progresiva, como podría ser la esclerosis múltiple. Más bien, se manifiesta en forma de recaídas, las cuales suelen ser más severas que en el caso de la esclerosis múltiple y con una recuperación menos pronunciada.
Según la experta, "las recaídas pueden resultar en pérdida de visión, dificultad para caminar e incluso parálisis. Aunque algunos pacientes responden bien al tratamiento agudo con esteroides, la respuesta no es uniforme y tiende a ser menos efectiva que en la esclerosis múltiple".
Una de las preocupaciones que suelen tener las mujeres embarazadas con esclerosis múltiple es cómo podrán manejar a sus hijos. Sin embargo, existen estrategias para abordar los síntomas, como el cansancio, la debilidad y los problemas de concentración. Estos síntomas pueden ser tratados de manera similar a como se tratan en otros pacientes con la enfermedad.
"Es importante tener en cuenta que el cansancio y el sueño son síntomas comunes en las mujeres embarazadas en general, por lo que pueden confundirse con los síntomas de la esclerosis múltiple", concluyó la Dra. Rhaisa.
Con una adecuada planificación y seguimiento médico, las mujeres con esclerosis múltiple y neuromielitis óptica pueden tener embarazos exitosos y saludables. Sin embargo, es crucial contar con la asesoría de especialistas en estas condiciones para garantizar el mejor resultado tanto para la madre como para el bebé.