La enfermedad de Parkinson es un tipo de trastorno del movimiento.
La ínsula y la corteza frontal están involucradas en el desarrollo de la ansiedad en adultos con enfermedad de Parkinson, según datos del estudio publicado Neurophysiologie Clinique, donde los investigadores encontraron que la ansiedad ocurre en aproximadamente el 31% de los pacientes con enfermedad de Parkinson, pero los mecanismos subyacentes no se conocen bien.
Nacim Betrouni, MD, de la Universidad de Lille, Francia, y sus colegas, confirmaron que al igual que otras investigaciones han mostrado asociaciones entre la gravedad de la ansiedad y el aumento de la actividad en las áreas cerebrales de procesamiento de emociones, según la resonancia magnética y la tomografía por emisión de positrones, pero la electroencefalografía (EEG) no se ha utilizado ampliamente, dijeron.
En el proceso los investigadores compararon patrones espectrales de EEG y redes funcionales de estado de reposo en pacientes con enfermedad de Parkinson con y sin trastornos de ansiedad. Identificaron datos de 33 pacientes con EP que cumplían los criterios de ansiedad y 75 sin ansiedad. La edad media de los pacientes fue de 65 años, y la duración media de la enfermedad fue de 9,76 años en pacientes con ansiedad y de 7,83 años en pacientes sin ansiedad.
En general, los hallazgos del análisis espectral mostraron una asociación entre la ansiedad y los cambios en la actividad alfa en la corteza frontal derecha, dijeron los investigadores. También encontraron que el poder relativo en la banda de frecuencia alfa1 en la corteza prefrontal derecha era más bajo en pacientes con ansiedad que sin ella.
Este hallazgo se asoció significativamente con el comportamiento de evitación en una subescala de la Escala de Ansiedad de Parkinson. Se observó una tendencia hacia una asociación significativa con la ansiedad episódica, pero no se observaron asociaciones significativas para la ansiedad persistente o la puntuación total de la escala.
Las imágenes también mostraron una mayor conectividad entre la ínsula y la corteza cingulada posterior en varias bandas de frecuencia en los pacientes con ansiedad, dijeron los investigadores. “La mayor conectividad observada aquí puede ser un marcador del mantenimiento de las conductas de evitación que caracterizan la ansiedad en la EP”, señalaron.
El estudio es el primero conocido en usar EEG para explorar los mecanismos de la ansiedad relacionada con la EP y "los resultados informados brindan nuevos conocimientos, respaldan los hallazgos de estudios previos que usaron otras modalidades, principalmente rs-fMRI, y muestran que EEG podría ser una técnica relevante para explorar estos trastornos", escribieron los investigadores.
Sin embargo, se necesita más investigación para confirmar los hallazgos en pacientes con un panel más amplio de trastornos de ansiedad, concluyeron.
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Yolimarian Torres
