El intervalo entre embarazos cortos se asocia con el riesgo de resultados adversos durante el embarazo.
Un intervalo de seis meses entre el nacimiento y el comienzo del siguiente embarazo, se asocia con un mayor riesgo de resultados adversos en la segunda gestación en mujeres de todas las edades, específicamente aquellos menores a 18 meses.
Partiendo precisamente de la necesidad de evaluar el rol de la depresión como factor que favorece los embarazos con intervalos cortos (IPI, por sus siglas en inglés), investigadores de Estados Unidos, se dieron a la tarea de evaluar el mismo, ante las disparidades que existen de salud en la población de mujeres de la Isla, según el estudio publicado.
El estudio se trató de un cohorte prospectivo de mujeres puertorriqueñas identificadas en el oeste de Massachusetts entre el periodo del 2006 al 2011, donde la depresión se midió utilizando la Escala de Depresión Posnatal de Edimburgo (EPDS) al principio, durante y al final del embarazo.
Igual se evaluaron datos de registros médicos y definieron como un, IPI corto, un embarazo subsecuente a los 18 meses.
De 1.262 mujeres elegibles, el 35 % tenía depresión menor y el 25 % tenía depresión mayor. Los participantes fueron seguidos durante una media de 3,7 años y el 20,6 % participantes experimentaron un IPI corto.
Entre las conclusiones del estudio se destaca, que los síntomas depresivos prenatales fueron comunes en esta población de mujeres puertorriqueña y se asociaron con un modesto aumento en las probabilidades de IPI corto y se exhorta a pacientes, profesionales y especialistas a evaluar la salud mental de la mujer una vez tiene un embarazo.
Según el Sistema de Vigilancia de Factores de Riesgo de Comportamiento, un instrumento del CDC, Puerto Rico para el 2011 registraba un 16 % de prevalencia por depresión, y que, para el 2014 aumentó a un 18 %.
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