Estados Unidos registra su peor brote de sarampión en más de 30 años con tres muertes confirmadas

El país superó los 1.277 casos en 2025, siendo Texas el estado más afectado. Expertos critican al secretario de Salud Robert Kennedy Jr. por difundir información falsa sobre las vacunas.

Laura Guio

    Estados Unidos registra su peor brote de sarampión en más de 30 años con tres muertes confirmadas

    Estados Unidos enfrenta la peor crisis de sarampión desde 1992, con 1.277 casos confirmados en lo que va de 2025, según datos de la Universidad Johns Hopkins. El brote, que comenzó a finales de enero en una comunidad menonita de Texas, registró aproximadamente 766 casos y ha provocado tres muertes de personas no vacunadas, incluidos dos niños pequeños.

     La crisis sanitaria se inició en una zona rural habitada por una comunidad religiosa menonita, caracterizada por sus bajas tasas de vacunación debido a creencias religiosas ultraconservadoras.

    Este brote supera al último registrado en 2019, cuando se confirmaron 1.274 casos en comunidades ortodoxas judías de Nueva York y Nueva Jersey, aunque en esa ocasión no se registraron muertes.

    Primeras muertes infantiles en más de dos décadas

    La situación actual marca un hito trágico: la primera muerte infantil por sarampión en Estados Unidos desde 2003, tres años después de que la enfermedad fuera declarada oficialmente erradicada gracias a los programas de vacunación masiva.

    El sarampión, una enfermedad altamente contagiosa, provoca fiebre, problemas respiratorios y erupciones cutáneas. En casos graves puede derivar en neumonía e inflamación cerebral, complicaciones que pueden causar secuelas permanentes e incluso la muerte.

    Controversia por declaraciones del secretario de Salud

    Robert Kennedy Jr., secretario de Salud de la administración Trump, ha sido duramente criticado por expertos en salud pública por difundir información falsa sobre la vacuna MMR (sarampión, paperas y rubéola). 

    Kennedy ha afirmado públicamente que esta vacuna es peligrosa y contiene "restos de fetos", declaraciones que los especialistas consideran han contribuido al deterioro de la confianza pública en la inmunización.

    La desconfianza hacia las autoridades sanitarias y la caída en las tasas de vacunación han creado las condiciones perfectas para el resurgimiento de una enfermedad que se consideraba prácticamente eliminada del territorio estadounidense.

    Varios especialistas han expresado su preocupación por la posible subestimación del número real de casos, señalando deficiencias en los sistemas de reporte y seguimiento epidemiológico. La falta de datos completos podría estar ocultando la verdadera magnitud de la crisis sanitaria.

    Crisis regional en América del Norte

    El brote no se limita a Estados Unidos. Canadá ha registrado más de 3.500 casos este año, con una muerte confirmada, siendo la provincia de Ontario la más afectada. Por su parte, México contabiliza 2.600 casos y nueve muertes, según datos de la Organización Panamericana de la Salud.

    Esta situación regional evidencia la importancia de mantener altas tasas de vacunación para prevenir la propagación de enfermedades altamente contagiosas como el sarampión, que puede extenderse rápidamente a través de las fronteras cuando existe susceptibilidad poblacional.

    El brote actual representa un retroceso significativo en las conquistas de la salud pública estadounidense y subraya la necesidad urgente de restaurar la confianza en los programas de vacunación y combatir la desinformación que pone en riesgo la salud de las comunidades más vulnerables.


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