¿Eres imán de mosquitos? Descubre por qué te pican más y cómo evitarlo

Existen componentes genéticos y fisiológicos que hacen que ciertas personas sean más propensas a picaduras, incluyendo el olor corporal (ácidos carboxílicos en el sudor), emisión de CO2, temperatura corporal y hasta el color de la ropa.

Katherine Ardila

    ¿Eres imán de mosquitos? Descubre por qué te pican más y cómo evitarlo

    Cada verano, los mosquitos reaparecen como una molestia recurrente, pero su distribución de picaduras dista de ser equitativa. Investigaciones recientes demuestran que estos insectos muestran preferencias claras al seleccionar a sus víctimas, un fenómeno que combina factores fisiológicos, genéticos y ambientales. 

    Este comportamiento selectivo explica por qué algunas personas sufren numerosas picaduras mientras otras permanecen prácticamente intactas durante la temporada estival.

    Los factores que nos convierten en blancos ideales

    El atractivo para los mosquitos se determina mediante una compleja combinación de señales químicas y físicas:

    Química corporal: Compuestos como el ácido láctico, el amoníaco y ciertos ácidos carboxílicos en el sudor actúan como potentes atrayentes. Estudios con gemelos idénticos confirman que esta predisposición tiene un componente genético importante.

    Emisiones de CO2: Las personas con mayor tasa metabólica (incluyendo embarazadas) emiten más dióxido de carbono, detectable por los mosquitos hasta 50 metros de distancia.

    Calor y humedad: La temperatura corporal elevada y la humedad de la piel crean microclimas ideales para estos insectos.

    Factores visuales: Los tonos oscuros de ropa aumentan la visibilidad para los mosquitos, especialmente el mosquito tigre (Aedes albopictus).

    Cuando la picadura va más allá de una simple molestia: ¿Una picadura puede terminar en anafilaxia?

    Las reacciones cutáneas varían significativamente entre individuos:

    Reacción normal: Pequeña pápula rosada de 2-5 mm que desaparece en 24-48 horas

    Reacción exagerada: Lesiones edematosas de más de 10 cm con calor local y dolor persistente

    Reacción alérgica sistémica: Urticaria generalizada, dificultad respiratoria o mareo (casos raros pero graves)

    Mientras algunas personas desarrollan apenas una pequeña inflamación que desaparece en horas, otras presentan reacciones exageradas con hinchazones de más de 10 centímetros de diámetro. 

    En casos extremos, aunque raros, pueden producirse reacciones alérgicas sistémicas, desarrollando un shock anafiláctico. Esto requiere atención médica inmediata.

    El peligro del mosquito tigre

    La expansión del mosquito tigre por el cambio climático ha añadido una nueva dimensión al problema. 

    Esta especie no solo produce reacciones más intensas, sino que además es vector de enfermedades tropicales como el dengue y el chikungunya, cuya presencia en Europa está aumentando progresivamente. 

    Su capacidad para reproducirse en pequeños recipientes con agua estancada lo convierte en un vecino peligroso en entornos urbanos.

    Estrategias de protección efectivas 

    Los repelentes que contienen DEET, icaridina o IR3535 han demostrado su eficacia en numerosos estudios, ofreciendo protección durante varias horas. En interiores, las mosquiteras y los difusores eléctricos son opciones prácticas.

    Para quienes prefieren alternativas naturales, el aceite de eucalipto limón y la citronela pueden ser opciones, aunque requieren aplicaciones más frecuentes.

    Contrario a la creencia popular, remedios caseros como la pasta de dientes o el vinagre no solo son ineficaces, sino que pueden empeorar la irritación. El rascado intenso, lejos de aliviar el picor, puede provocar infecciones secundarias al dañar la barrera cutánea.

    ¿Cómo tratar una picadura?

    Ante una picadura, lo primero es lavar la zona con agua y jabón. La aplicación de frío local ayuda a reducir la inflamación, mientras que cremas con corticoide suave pueden controlar reacciones más intensas.

    En casos de hinchazón excesiva, fiebre o malestar general, siempre es recomendable consultar a un profesional de la salud.

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