La cardióloga tiene una inclinación especial hacia la educación sobre la prevención cardiovascular para los pacientes, las nuevas generaciones de médicos y otros profesionales de la salud.
Cuando un estudiante de medicina rota por las diferentes especialidades de la carrera, empieza a conocer e interesarse de forma particular por ciertas áreas y la mayoría decide a temprana edad la especialidad desde la que quiere atender a sus pacientes en el futuro.
Para la Dra. María Milagro Cortés, la cardiología la ´cautivó´ mientras hacía su rotación en la Universidad Central del Caribe en Bayamón, institución que la forjó como médico después de graduarse de bachillerato en la Universidad Interamericana de Puerto Rico.
La cardióloga es actual presidenta de la Asociación de Cardiólogas de Puerto Rico, realizó su residencia en el UHS Wilson Medical Center en Nueva York durante 3 años y después solicitó un fellowship en cardiología en el Centro Cardiovascular de Puerto Rico y Del Caribe.
"Lo que me cautivó de la cardiología fueron los electrocardiogramas, en mi primera rotación en cardio como estudiante de medicina, llegar y ver una bandeja de electrocardiogramas que había que leerlos y había que saber que era lo que decía, el descubrir y descifrar ese lenguaje eléctrico del corazón me cautivó", recordó la doctora María.
En su día a día ve con mucha frecuencia condiciones como la hipertensión, diabetes y obesidad, que a menudo son un reto de tratar por la cantidad de medicamentos que interfieren en la salud de los pacientes, sin embargo, para la especialista el hecho de que un paciente tenga confianza en su médico y busque orientación, es una de las retribuciones más bonitas que puede recibir.
"El reto que tengo en mi práctica es lograr que el paciente entienda el medicamento está tomando y para qué lo está tomando. En la medida que el paciente lo entienda, tendrá mejor adherencia al tratamiento y va a mejorar su salud", destacó la Dra. María.
Por eso, la especialista busca fortalecer la relación médico-paciente en su práctica diaria, ya que el bienestar de las personas que atiende con condiciones cardíacas es una de sus máximas prioridades. "Le enfatizo mucho al paciente que el tiempo que saca ahora para dedicarlo a mejorar su salud es un tiempo que en el futuro le ayudará a tener una mejor calidad de vida", reconoció la Dra. María.
Aparte de la vocación por atender a los pacientes, la educación es otra inspiración en la vida de la Dra. María Milagro, y en la Asociación de Cardiólogas de Puerto Rico ha podido liderar encuentros educativos para pacientes, médicos primarios y especialistas.
"En mi práctica de cardiología, aparte de servir como educadora a mis pacientes, también colaboro con los estudiantes de medicina, muchos de ellos vienen a hacer rotaciones y quedan impregnados por la ciencia de la cardiología y eso me satisface, ya que como médico hay una parte de educador y aquí entra el compromiso de la Asociación de Cardiólogas de Puerto Rico, en educar al paciente y a colegas en la medicina primaria para aumentar los conocimientos sobre el área cardiovascular", comentó la especialista.
Al final del día, después de realizar sus actividades diarias, la doctora ama llegar a su casa a compartir con su familia, además de recordar las historias de sus pacientes y ver cómo mejoran su calidad de vida.
Actualmente, la Dra. María está liderando iniciativas para aumentar el conocimiento sobre la prevención cardiovascular en las mujeres puertorriqueñas, quienes con frecuencia pasan por alto sus síntomas y suelen llegar tarde donde los especialistas.
"El rol de la Asociación de Cardiólogas de Puerto Rico es muy importante, contamos con mujeres dinámicas, empoderadas en llevar el mensaje del cuidado cardiovascular en nuestras mujeres. Antes los síntomas podían atribuirse al cansancio, ansiedad, palpitaciones, fatigas y no se evaluaba desde el punto de vista cardiovascular, eso tiene que ir cambiando".
Desde la Asociación, la especialista ha establecido un objetivo claro y es "poder educar al pueblo y a colegas en identificar una enfermedad cardiovascular en etapa temprana en nuestras mujeres".
En el mes de la salud del corazón, la especialista también reconoció que ahora son más las mujeres cardiólogas que hay en Puerto Rico, hecho que la llena de satisfacción profunda al ver cómo las mujeres han ganado terrenos que tradicionalmente tienen mayoría del género masculino.
"Hace 20 años éramos un grupo pequeño, este grupo ha ido aumentando y actualmente tenemos doctoras en entrenamiento en residencias de cardiología en Puerto Rico y eso para mí es un orgullo bien grande, estamos abriendo caminos", concluyó la reconocida cardióloga.
