El alto consumo de azúcar refinada en la población boricua ha sido uno de los factores con mayor incidencia en el desarrollo de enfermedades crónicas.
Agencia Latina de Noticias de Medicina y Salud Pública
El alto consumo de azúcar refinada en la población boricua ha sido uno de los factores con mayor incidencia en el desarrollo de enfermedades crónicas y de células cancerosas. Sin embargo, su relación con el cáncer es hasta ahora desconocida para muchos; las más recientes investigaciones apuntan a que también influye en la manifestación y cronicidad del cáncer.
En entrevista con la Revista Medicina y Salud Pública (MSP), el doctor Michael González, especialista en biología del cáncer, explicó la estrecha relación que existe entre el consumo de azúcar y el desarrollo de tumores cancerígenos. Según el experto, la ingesta de este componente -además de causar aumento de peso- es una de las adicciones más graves a las que se enfrenta actualmente la sociedad a nivel mundial.
“El azúcar es un problema enorme, porque el azúcar te distorsiona el balance de insulina glucagón y mantener la insulina alta por períodos largos trae muchos problemas metabólicos; trae el síndrome metabólico, obesidad, enfermedades cardiovasculares… El principal alimento de las células cancerosas es el azúcar”,
afirmó el especialista en nutrición.
Durante años las investigaciones han recopilado evidencia científica de las alteraciones metabólicas que produce el consumo de azúcar en altas cantidades. Sin embargo, no se había establecido relación alguna con el cáncer. Al parecer, los alimentos con un alto índice glucémico pueden ser un factor que incide en el crecimiento de tumores cancerígenos.
“Cuando se consume mucho azúcar se crea una especie de tapón en el mitocondrio, que es la parte que produce energía, y ahí es que se crean las radicales libres y el daño mitocondrial que eventualmente puede ocasionar todo tipo de condición crónico degenerativa, como el cáncer”,
explicó el experto en bioquímica nutricional.
El doctor González afirma que las tomografías que se utilizan para el diagnóstico de este tipo de enfermedades son una de las técnicas que comprueban dicha relación: “(…) cuando tú tienes un tumor, una de las cosas que hacen es que realizar un PET SCAN, ¿el PET SCAN qué hace? Es una de las pruebas que utilizan para ver si el crecimiento del tumor es maligno; entonces, lo que se inyecta es azúcar marcada, es decir que, entre más azúcar chupe el neoplasma hay más probabilidad de que sea maligno y agresivo”.
Para el Dr. González, la clave en la prevención del desarrollo de cáncer está en mantener una dieta alimenticia balanceada y baja en azúcar e incluso -de ser posible- restringir su consumo: “cero, debe ser cero, no se debe consumir ningún tipo de azúcar refinada”, afirmó González.
De acuerdo a la experiencia clínica del nutricionista, reducir el consumo de carbohidratos e incluso granos -dependiendo la etapa del cáncer- es fundamental para el tratamiento de los pacientes con cáncer. Además, según el especialista, la vitamina C podría ser una de las alternativas terapéuticas para combatir.
“Yo he trabajado mucho con vitamina C en el cáncer, porque la vitamina C se parece estructuralmente al azúcar y utiliza los mismos mecanismos, pero no tiene el mismo efecto del azúcar. El azúcar se chupa, las células lo utilizan en glucólisis para seguir creciendo. Mientras que, si se chupa vitamina C, de ascórbico se convierte a dehidroascórbico, que en presencia de oxígeno forma peróxido y eso puede matar las células”.
El debate sobre la relación existente entre cáncer y azúcar continúa siendo tema de discusión en el ámbito científico. No obstante, las investigaciones realizadas por el doctor González confirman que existe un vínculo entre el consumo de azúcar y la manifestación del cáncer.